Las bromas de abril
Sebastián envolvió rápidamente una bandita elástica alrededor del grifo del lavabo y corrió de regreso a la mesa. Vio cómo su hermana mayor entraba en la cocina con su botella de agua. Cuando abrió la llave del grifo, un chorro de agua le pegó en la cara y ella gritó. Su hermano reía mientras daba pisotones en el suelo.
—¡Por inocente!
—¡Sebastián! —chilló Lía, empapada—. ¡No es gracioso! ¡Voy a llegar tarde a la escuela!
Lía seguía enfadada cuando su madre entró en la cocina.
—Sebastián hizo que el grifo me salpicara toda el agua, y ahora tengo que ir a cambiarme. ¡Voy a llegar tarde y tengo un examen en la primera clase!
Mamá miró fijamente al niño, quien se encogió de hombros y dijo:
—Es el día de las bromas de abril, y siempre nos hacemos ese tipo de bromas este día.
Cuando Lía se cambió de ropa y se fue a la escuela, mamá tomó una botella de jugo de naranja del refrigerador y se sentó.
—Hijo, sé que solo querías divertirte, pero hacerle una broma pesada de ese tipo a tu hermana cuando está apurada por llegar a la escuela no es gracioso. Ella está tratando de mejorar sus calificaciones para poder entrar en la universidad. Pensar que podía perderse su examen de esta mañana realmente le molestó.
—Lo siento, mamá —expresó Sebastián—. Creo que no pensé en eso… solo me pareció divertido.
—Lo sé —contestó su madre—. Pero si solo es divertida para ti, no es una buena broma —ella le quitó la tapa al jugo de naranja.
—Entonces, ¿cómo sé si está bien hacer una broma o no?
—Lo primero que debes hacer es detenerte a pensar bien las cosas. En la Biblia, Dios nos dice que pensemos en los otros, por encima de nosotros mismos. Debemos confiar en que el Señor nos ayudará a amar a los demás como Él nos ama, al considerar sus necesidades e intereses. Si te hubieras detenido a pensar en los sentimientos de Lía, te habrías dado cuenta de que hacerle una broma así la iba a molestar.
—¿Está bien hacer bromas de abril a las demás personas? —preguntó Sebastián.
—Claro que sí —respondió su madre mientras el niño se estiró para tomar la botella de jugo de naranja—. Solo asegúrate de que la otra persona se divierta tanto como tú.
Sebastián trató de servirse un poco de jugo de naranja en su vaso, pero no salió nada. ¡Estaba totalmente congelado!
Mamá le sonrió.
—¡Por inocente!
Y ambos se echaron a reír.
COURTNEY LASATER
PIENSA PRIMERO EN LOS DEMÁS
VERSÍCULO CLAVE: FILIPENSES 2:4
NO SE OCUPEN SOLO DE SUS PROPIOS INTERESES, SINO TAMBIÉN PROCUREN INTERESARSE EN LOS DEMÁS.
¿Te gusta hacer bromas a las personas? Las bromas pueden ser divertidas, pero deberían serlo para todos los involucrados, no solo para los que hacen la broma. Si la broma que quieres hacer parece que podría hacer daño o enojar a otra persona, ¡detente! Confía en que Dios te ayudará a tomar decisiones basadas en el amor al pensar en cómo tus acciones podrían afectar a otros. Cuando hagas alguna broma, asegúrate de que sea divertida para todos.
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