La respuesta
Después de una cena sencilla, una noche el papá se puso a leer su Biblia en voz alta. “Esperé pacientemente al Señor, y Él se inclinó a mí y oyó mi clamor”. El padre levantó la vista. “Ese versículo es excelente para nosotros. Debemos ser pacientes y seguir confiando en el Señor durante los tiempos difíciles que afrontamos ahora mismo”.
Jacob frunció el ceño. “Pero hemos orado y orado, pero las cosas no mejoran ni un poquito”.
“Sí”, agregó Zoe. “Todavía estás sin trabajo y mamá sigue en el hospital”.
“Y luego esa tormenta derribó la mayor parte del granero de nuestra propiedad”, añadió Jacob. “Más bien, parecería que Dios no responde las oraciones, para nada”.
“Dios siempre responde las oraciones de aquellos que confían en Jesús”, señaló papá, “pero no siempre dice que sí. A veces dice no o espera un poquito. Jacob, ¿recuerdas cuando eras pequeñito y tu mejor amigo del jardín de niños tenía un perrito?”
“¡Sí, lo recuerdo!”, exclamó Zoe. “Jacob rogó por un cachorrito, pero tiene alergia a los perros”.
El padre asintió. “Sin embargo, Jacob era demasiado pequeño para entenderlo. Por eso, al principio se enojó mucho”.
“Sí”, expresó Jacob. “Pero cuando fui a la casa de mi amigo para ver el nuevo perrito, me puse muy enfermo”.
Papá dijo que sí con la cabeza. “Entonces entendiste que estábamos haciendo lo mejor para ti. Es lo mismo con Dios… Él sabe lo que es bueno para nosotros y nos promete hacer lo mejor”.
Unos días después, papá llegó a casa sonriendo. “Dios usó el viejo granero para responder a una de nuestras oraciones”, indicó. “Hoy me encontré con el señor Juárez, de la iglesia y, cuando se enteró de lo que pasó con nuestro granero, me puso en contacto con un amigo suyo que trabaja en la construcción y compra madera de graneros viejos. Cuando supo que yo también solía trabajar en el área de construcción, ¡me ofreció un trabajo!”
“¡Guau!”, gritó Jacob. “¡Esa es una respuesta a la oración!”
“Pero ¿y qué pasa con mamá?”, preguntó Zoe. “Ella todavía no ha mejorado”.
Papá hizo un gesto afirmativo. “Seguiremos orando por mamá. Recordemos que Dios le ama y confiemos en que Él hará lo mejor… incluso si eso significa llevarla al cielo para que esté con Él”.– JAN L. HANSEN
DIOS RESPONDE LA ORACIÓN
VERSÍCULO CLAVE: SALMO 40:1
ESPERÉ PACIENTEMENTE AL SEÑOR, Y ÉL SE INCLINÓ A MÍ Y OYÓ MI CLAMOR.
¿Alguna vez has creído que tus oraciones no son respondidas? ¿Te has preguntado si Dios realmente existe o si Él en verdad se preocupa por ti? La respuesta es que sí, ¡Él existe y se preocupa por ti hasta el punto de enviar a Su Hijo a morir por ti! Sigue orando y esperando la respuesta de Dios, siempre con la disposición de aceptar Su voluntad, incluso si la respuesta a tu oración es un no. Confía en que Él hará lo que es mejor y estará contigo en todo lo que tengas que afrontar.
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