La palabra que perdura
Sofía se balanceaba desanimada en el columpio de su casa y miraba fijamente las flores marchitas y el pasto que se estaba secando. El extremo calor del verano había tenido un fuerte efecto en el bello paisaje vibrante de su ciudad. Casi todos los jardines de flores y pastos verdes ahora se veían marchitos y de color marrón. La niña había esperado con ansias disfrutar las flores que ella y su madre sembraron, pero ya no tenía esperanzas, puesto que se habían consumido bajo el calor seco.
Perdida en sus pensamientos, Sofía no notó cuando la señora Juárez, su vecina anciana, caminó frente a su casa. La niña solo salió de su aturdimiento cuando la vecina se le acercó a saludarle.
—¡Hola, Sofía! ¿Cómo estás hoy?
—Bueno, supongo que estoy… bien —respondió la niña.
La señora Juárez inclinó su cabeza.
—¿Te molestaría si me siento? Traje una de mis barras de limón, para que la disfrutes.
Sofía logró dibujar una sonrisa mientras hacía un espacio en el columpio para que su vecina se sentara.
—¡Jamás rechazaría sus famosas golosinas!
Dos barras de limón más tarde, Sofía le expresó a la anciana todas sus penas. Su vecina le contestó:
—¿Sabes? Esto me recuerda a mi versículo favorito, Isaías 40:8. Dice así: « Se seca la hierba, se marchita la flor, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre». ¿No te parece asombroso? Por más que nos encanta ver lindas flores y pasto verde y fresco, con el tiempo estos siempre mueren y se marchitan, pero Dios nos dio algo que nunca se acabará.
—¿Qué es eso?
—Su Palabra, la Biblia. Nunca cambiará y nunca podrá ser destruida. Nos cuenta la verdad de cómo Jesús murió y resucitó para salvarnos. La Escritura nos guía al gozo abundante y al contentamiento que solo encontramos en el Señor. Aun si todo lo demás sale mal a nuestro alrededor, incluso si todas las flores y árboles se marchitaran, la verdad de la Palabra de Dios permanecerá para siempre, pase lo que pase.
Sofía se quedó pensando unos minutos.
—Tengo una idea —exclamó, con una mirada de alegría—. ¡Voy a comenzar a un estudio bíblico!
La señora Juárez sonrió.
—Sofía, ¿te molesta si me uno a tu estudio bíblico? ¡Podríamos estudiar la Palabra todas las tardes, aquí en tu columpio! Tendríamos que ir por más barras de limón, por supuesto… —ambas rieron al mirar el plato vacío. — KALEY THATCHER
LA VERDAD DE DIOS PERMANECE PARA SIEMPRE
KEY VERSE: ISAÍAS 40:8
SE SECA LA HIERBA, SE MARCHITA LA FLOR, PERO LA PALABRA DE NUESTRO DIOS PERMANECE PARA SIEMPRE.
¿Te sientes desanimado porque algo en tu vida no salió como lo planeaste? Recuerda que las cosas en este mundo son temporales, pero la verdad de la Palabra de Dios permanece para siempre. La Biblia dice que, pase lo que pase, Jesús estará con quienes confían en Él. La Escritura afirma que el Señor es el único que en verdad puede satisfacer nuestros corazones. Cuando sientas desánimo, encuentra consuelo y aliento en la Palabra eterna de Dios.
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