La nueva administración
—¿Todos listos? —preguntó el padre mientras su familia regresaba al automóvil después de salir a comprar un nuevo sillón—. ¿Ya todos se pusieron el cinturón de seguridad?
—Estoy listo —afirmó Elías—. Pero después de probar la silla reclinable en esa tienda, estos asientos se sienten como si fueran de piedra o de mármol.
—Es una tienda muy linda —observó Hadassah—. ¡Antes solía ser un basurero!
—Es verdad —acordó su madre—. ¡No puedo creer cuánto ha cambiado!
Hadassah dio un vistazo a la hoja volante de la tienda, que tenía en su mano.
—Tienen un nuevo administrador —comentó mientras apuntaba con el dedo las grandes letras amarillas en la publicidad—. ¡Miren! Eso dice aquí: «Ahora con una nueva administración». Debe ser por eso que las cosas cambiaron tanto.
—A lo mejor el nuevo administrador tiene más experiencia que el anterior —opinó mamá—. Sin duda han hecho un muy bien trabajo para volver a levantar esa tienda.
—¡Sí! Pero ¡oigan! —exclamó papá—. ¡Gracias a todos!
—¿Por qué nos das las gracias? —preguntó Elías, mirando a su padre con curiosidad.
Papá sonrió.
—Por darme una ilustración que puedo usar mañana en mi sermón. Hablar de esa tienda me hizo dar cuenta de que también tenemos una nueva administración.
—¿En serio? —preguntó Elías—. ¿Qué significa eso?
—Antes de conocer a Jesús, éramos controlados por el pecado y por el diablo —explicó su padre—. Éramos un desastre, igual que esa tienda… ¡de hecho éramos un desastre todavía peor! Cuando pusimos nuestra confianza en Jesús, Él tomó la dirección. Por eso, ahora tenemos una nueva administración… estamos bajo la dirección del administrador más experimentado que existe.
Elías frunció el ceño.
—Yo sé que la Biblia dice que nos convertimos en nuevas criaturas, pero yo no creo que haya cambiado tanto como esa tienda.
—¡Pero sí has cambiado! —aseguró papá—. Aunque los cristianos todavía hacemos cosas malas, tenemos el Espíritu Santo que vive en nuestro interior, y Él nos está moldeando para que seamos más como Jesús.
Mamá asintió.
—Sí has cambiado, aun si no te das cuenta de la diferencia. Cuando Jesús viene a tu vida, el Espíritu Santo te da el poder que necesitas para alejarte del pecado y el deseo de obedecer a Dios. El Señor empieza a trabajar en ti para que tus pensamientos y acciones reflejen a Jesús.
—Y nunca dejará de trabajar en nosotros —agregó Hadassah—. El nuevo administrador en esa tienda podría renunciar, pero Dios nunca lo hará, ¿verdad?
—Así es —expresó papá—. Jesús se quedará a nuestro lado en las buenas y en las malas.
DALAN DECKER
PERMITE QUE JESÚS ADMINISTRE TU VIDA
VERSÍCULO CLAVE: 2 CORINTIOS 5:17 (NTV)
TODO EL QUE PERTENECE A CRISTO SE HA CONVERTIDO EN UNA PERSONA NUEVA. LA VIDA ANTIGUA HA PASADO; ¡UNA NUEVA VIDA HA COMENZADO!
¿Bajo qué administración te encuentras? Si confías en Jesús, Él te ha convertido en una persona nueva y ahora está trabajando en tu vida. Si no, todavía estás bajo el control del pecado y de Satanás. Esa es una idea desagradable, pero las cosas no tienen por qué quedarse como están. ¿Qué tal si despides a ese viejo administrador hoy mismo? Confía en Jesús como tu Salvador y permite que Él administre tu vida. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti). Jesús es el mejor administrador que existe y Él cuidará bien de ti.
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