La hiedra venenosa

“¿Cómo te está yendo con la cortada de leña?”, preguntó la mamá de Kiara mientras ponía los platos del almuerzo sobre la mesa.

“Me va bien”, contestó papá.  “Encontré varios árboles muertos que estaban listos para ser derribados”.

Después que la familia diera gracias a Dios por sus alimentos y empezara a pasar la comida, el padre rio y comentó:  “¿Saben?  Pasé toda la mañana evitando un árbol que creí que estaba vivo porque se encontraba lleno de hojas verdes.  Solo cuando hice una pausa y miré hacia arriba, me di cuenta de que era un árbol muerto que estaba cubierto de hiedras venenosas”.

“Me hiciste acuerdo de cómo pueden ser a veces las personas”, opinó la madre.

El padre asintió como quien sabe del asunto, pero Kiara se veía confundida.  “¿A qué te refieres, mamá?”

“Bueno, a veces la gente puede parecer tan llena de vida, porque la persona se mantiene ocupada, porque hace todas las cosas correctas y da la impresión de que todo en sus vidas está en orden, pero espiritualmente están tan muertos como ese árbol.  Así como la hiedra venenosa engaño a papá, nuestras buenas obras pueden evitar que reconozcamos que no tenemos una relación con el Dios vivo.  Solo cuando nuestros corazones son transformados por Jesús y vivificados por el Espíritu Santo comenzamos a experimentar la verdadera vida”.

Kiara pensó en cómo actuaba de una manera en la escuela y de otro modo en la iglesia.  Fingía aceptar todo lo que sus padres y maestros de la iglesia le enseñaban, pero la verdad era que le importaba más lo que sus amigas pensaran que lo que decía la Palabra de Dios.  A lo mejor ella también era como ese árbol muerto, cubierto de hiedra.

Después de retirar los platos del almuerzo, luego que su padre regresó al bosque, Kiara buscó a su madre para conversar.  “Mamá”, le dijo, “creo que yo soy como ese árbol”.

Su madre la escuchó en silencio mientras Kiara le explicaba: “Hago todas las cosas correctas en la iglesia y actúo como si creyera, pero me parece que debo tomar la decisión de confiar en Jesús y no solamente fingirlo.  ¿Puedes ayudarme?”

“Claro que sí, hijita”, respondió mamá mientras tomaba su Biblia.  “Y me emociona pensar en cuánto gozo tendrás una vez que el Espíritu Santo comience a vivir en ti.  Descubrirás que Jesús te llena con más vida y esperanza de lo que podrías imaginarlo”.  KAREN MCMILLAN

LA VERDADERA VIDA SE ENCUENTRA EN JESÚS

VERSÍCULO CLAVE: JUAN 15:5 (NVI)

YO SOY LA VID Y USTEDES SON LAS RAMAS. EL QUE PERMANECE EN MÍ, COMO YO EN ÉL, DARÁ MUCHO FRUTO; SEPARADOS DE MÍ NO PUEDEN USTEDES HACER NADA.

¿Tienes la vida verdadera que solo Jesús te da?  ¿O, como Kiara, has estado fingiendo que sigues a Jesús sin que le hayas entregado tu corazón de verdad?  Actuar como cristiano no te convierte en uno.  Jesús está listo y dispuesto para darte vida por medio del poder de Su muerte y resurrección.  Ya no esperes más, confía en Jesús hoy mismo.  (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

Clave de Hoy
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