La copiona
Claudio tomó su tenedor, separó los guisantes de sus vegetales variados y las empujó a un lado de su plato. La pequeña Penélope, de dos años, hizo lo mismo.
—¿Por qué no comes los guisantes?
—No me gustan —contestó Claudio.
—No me gutan —repitió Penélope.
—Sí te gustan, Penélope —dijo mamá mientras ponía algunos guisantes en la cuchara de la niña para darle de comer.
—¡Qué rico! —exclamó la pequeña—. ¡Más!
Unos minutos después, Claudio sopló burbujas en su leche. Penélope lo miró con los ojos muy abiertos. Entonces la niña tomó su vaso de leche y empezó a soplar burbujas, regando la leche en toda la mesa.
—¡Claudio! Ve por un trapo y ayúdame a limpiar el desastre que hizo tu hermana —le ordenó su madre.
Claudio fue obedientemente por el trapo. Cuando empezó a limpiar la mesa, Penélope lo agarró.
—Yo también quiero —dijo la niña, tratando de limpiar la mesa.
—Eres una pequeña copiona —refunfuñó Claudio—. Mamá, haz que deje de copiarme.
—Ella te copia porque te ama y quiere ser como tú —explicó su madre.
—Tienes que recordar que dondequiera que estés, la gente siempre te está mirando —le dijo su padre—. Y temo que no comer tus guisantes y después soplar burbujas en tu leche te ha convertido en un mal ejemplo en este día.
—Lo siento —balbuceó Claudio.
—La mejor forma de ser un buen ejemplo es que también seas un copión —señaló mamá.
—¿En serio? —Claudio se veía sorprendido—. ¿A quién debo copiar? ¿A papá?
Su madre sonrió.
—Ese puede ser un buen comienzo, porque tu papá no sopla burbujas en su leche.
El padre rio.
—Al menos no muy a menudo —expresó con un guiño—. Creo que lo que tu mamá quiere decir es que, como cristianos, debemos seguir a Jesús como nuestro ejemplo. Debido a que Él nos salvó del pecado y nos dio Su Espíritu Santo, podemos seguir Su ejemplo y mostrar a otras personas cómo es Él. Cuando el Señor trabaja en nuestros corazones, llegamos a ser más como Él y podemos mostrar ejemplos de Su amor a otros. Es a Jesús a quien deberíamos copiar.
Claudio asintió mientras terminaba de limpiar la leche de la mesa.
—Está bien. Seguiré el ejemplo de Jesús… ¡y creo que Él tampoco haría burbujas con su leche!
LUCINDA J. ROLLINGS
SÉ UN COPIÓN DE JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: 1 PEDRO 2:21 (PDT)
ES QUE CRISTO MISMO SUFRIÓ POR USTEDES, Y ASÍ LES DEJÓ UN EJEMPLO A SEGUIR PARA QUE USTEDES SIGAN SUS PASOS.
¿Eres un copión de Jesús? ¿Sigues Su ejemplo al obedecer a tus padres, escuchar a tus maestros y ser amable con los demás? Como cristianos, podemos copiar a Jesús porque Él nos ha hecho libres del pecado y nos ha dado el Espíritu Santo, que trabaja en nuestros corazones y nos ayuda a demostrar a otros Su amor. Sé un ejemplo de Jesús para los demás, en todo lo que hagas y en todo lo que digas.
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