La casa de galletas de jengibre
“¡Mamá! ¡Dile a Elisa que deje de meter los dedos en la crema!!”
“Karina, tú sabes que ella solo tiene cinco años. No puedes esperar que haga una casa de galletas de jengibre sin comerse un poco”.
“¡Pero quiero que quede perfecta!” Era tradición que, por Navidad, Karina y Elisa construyeran una casita con galletas de jengibre. Karina alineaba las gomitas rojas y verdes como si fueran pequeños soldaditos. Los frascos que contenían grajeas de colores parecían un pequeño ejército en posición firmes. “Mamá, creo que hay más crema en el cabello de Elisa que en nuestra casita de galletas”.
“No te preocupes por eso, hijita”, sugirió su madre. “Ya le voy a bañar cuando hayan terminado”.
Karina sonrió a su hermana. “Si te pones más crema en la cara, vas a parecer muñeco de nieve”.
Elisa rio y le entregó a su hermana un pedazo de galleta rota.
“Esa es una excelente idea, Elisa”, aseguró Karina. “Podemos usar pequeños pedazos de galletas para hacer las tejas de nuestro techo. Los pegaremos con crema”.
Una hora después, Karina puso la última gomita en el techo de la casa de galletas, para hacer una chimenea.
Su madre recogió una de las galletas que sobraron y la usó para comer lo que quedaba en el tazón de la crema. “Es una de las casas de galletas más bonita que he visto, niñas. Estoy muy orgullosa de ustedes”. Ella se metió la galleta en su boca. “¿Saben? Esta casita de galletas de jengibre me recuerda a un versículo de la Biblia. Jesús dijo que iría al cielo a preparar un lugar para que estemos con Él para siempre. Les tomó toda una hora hacer esta casita. ¿Se imaginan lo asombroso que será ese lugar que Jesús está preparando para nosotras? Si confiamos en Jesús, Él ya ha hecho Su hogar en nuestros corazones, y un día estaremos con Él en el cielo para siempre”.
Karina sonrió. “Estoy segura de que el lugar que Jesús está preparando para nosotros en el cielo no está hecho de galletas de jengibre”.
Mamá sonrió y lamió un poco de crema que tenía en su dedo. “Tienes razón. No creo que sea hecha de galletas. ¡Pero será igual de dulce!” — JARED HOTTENSTEIN
LOS CRISTIANOS TIENEN UN HOGAR CON JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: JUAN 14:2
EN LA CASA DE MI PADRE HAY MUCHAS MORADAS… PORQUE VOY A PREPARAR UN LUGAR PARA USTEDES.
¿Alguna vez has construido una casita con galletas y dulces? Entonces sabes cuánto tiempo y preparación se requiere para que quede bien. ¡En este momento Jesús está preparando un lugar para aquellos que confían en Él y será mejor que cualquier mansión en la tierra! Pero solo hay un camino para llegar allá. Confía en Jesús y Él hará Su hogar en tu corazón y también preparará un hogar para ti en el cielo. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).
Leave a Reply
Want to join the discussion?Feel free to contribute!