Jingo y Jalya

El gatito blanco y negro de Jayla clavó sus garras en la pierna de sus jeans. Ella se sacudió para bajarlo, y empezó a lavar los platos. «Miau», protestó el gatito.

—¿Qué quieres, Jingo? —preguntó Jayla. El gatito maulló y, según la niña, sonrió—. Dijiste «ajá», ¿verdad? Te abriré la puerta tan pronto como termine de lavar los platos.

Pero Jingo no quería esperar. Se aferró a los jeans de Jayla otra vez.

—¡Auch! —exclamó—. ¡Deja de hacer eso! —finalmente, el gatito se quedó quieto, mirando a Jayla con sus enormes ojos verdes. La niña rio—. Está bien, Jingo, tú ganas. Te abriré la puerta.

Ella se secó las manos y, con el gato en sus tobillos, caminó hacia la puerta. Cuando la abrió, el animalito salió y corrió hacia su lugar favorito para recibir los rayos del sol. Cuando terminó con sus quehaceres, Jayla fue a su habitación, pero en pocos minutos regresó a la cocina.

—Mamá, ¿sabes una cosa? Estaba tratando de aprender mi versículo para la iglesia y Jingo me dio un ejemplo de lo que significa.

—¿De veras? —preguntó su madre—. ¿Y qué significa?

—Bueno, Jingo sabe que no puede abrir la puerta él mismo, así que viene a mí y llama mi atención para que yo se la abra —explicó Jayla—. Así que su única manera de salir es a través de mí… es como si yo fuera su puerta. Se parece a mi versículo. Dice que Jesús es la puerta para la salvación. No podemos entrar en el cielo por nosotros mismos, pero cuando confiamos en Jesús, Él abre la puerta para que podamos entrar. Jesús nos salva del pecado y nos da vida eterna.

—¡Esa es una buena manera de entenderlo! —afirmó mamá, y las dos rieron cuando, al mirar por la ventana, vieron como Jingo corría por el jardín, pasándola de maravilla—. Pero, la diferencia contigo y Jingo es que Jesús no solo abre la puerta y después nos deja. La Biblia dice que el Señor siempre está con nosotros, desde ahora hasta la eternidad.

—Jingo es muy divertido —comentó Jayla—. Y ahora también me ha enseñado algo.

GLENNA B. ROBERTS

JESÚS ES LA PUERTA A LA SALVACIÓN

VERSÍCULO CLAVE: JUAN 10:9

YO [JESÚS] SOY LA PUERTA; SI ALGUNO ENTRA POR MÍ, SERÁ SALVO.

¿Cómo esperas entrar en el cielo? ¿Crees que puedes entrar por ser bueno? ¿Por obedecer a tus padres? ¿Por ir a la iglesia? Eso no funciona. No hay manera en que puedas entrar al cielo, excepto a través de la puerta: Jesucristo. El único camino para que puedas ser salvo y tener vida eterna es a través de Él. Confía en Jesús para que Él te abra la puerta hoy mismo. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

Clave de Hoy
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