Hermanos y hermanas
—¡Vete de aquí, Gabriel! —gritó Keyla cuando su hermanito pasó con su bicicleta por los dibujos de tiza que ella y su amia Azucena estaban pintando en la vereda frente a su apartamento. Gabriel rio y se fue a toda velocidad por la calle.
—Ese niño es una peste, ¿verdad? —comentó Azucena. Keyla asintió mientras coloreaba sobre las marcas que habían dejado las llantas de la bicicleta. Azucena hizo una mueca—. ¡Qué niño tan horrible!
—Gabriel no es tan malo —opinó Keyla.
—Claro que sí. ¡Deberían castigarlo de por vida o algo así! —refunfuñó Azucena.
Keyla salió rápidamente en defensa de su hermano.
—A Gabriel solo le gusta bromear. La mayor parte del tiempo es un buen niño.
—No lo soporto —respondió Azucena—. Oh, mira, ahí viene de nuevo. Si nos vuelve a molestar, voy a… —un fuerte ruido la interrumpió. La llanta delantera de la bicicleta de David quedó atrapada en un hoyo en el cemento y la bici se volteó a un lado. Gabriel cayó con ella, con su pie atrapado en los radios de la rueda. El niño comenzó a llorar.
—¡Bien hecho! —gritó Azucena—. ¡Eres un llorón!
—¡Azucena! —exclamó Keyla—. Gabriel está herido.
—¡Qué mal! —Azucena se dio la vuelta para irse—. ¡Mejor me voy!
—Ven, Gabriel —le dijo Keyla mientras le ayudaba a su hermano a entrar en el edificio, mientras su amiga salía enfadada.
—¡Azucena es mala! —se quejó Keyla mientras su madre lavaba y vendaba los lastimados de Gabriel.
—Tú también sueles criticar a tu hermano con frecuencia —aseguró mamá—, así que me sorprende un poco que lo hayas defendido.
Keyla se encogió de hombros.
—Es mi familia, es mi hermano —explicó—. Lo amo.
—Qué bueno. Me alegra que lo hayas defendido —expresó su madre—. Pero recuerda que tú y Azucena son cristianas, así que eso la convierte en tu hermana. Ambas son parte de la familia de Dios.
—¿Eso significa que tengo que amarla como amo a Gabriel? —preguntó Keyla.
Mamá asintió.
—No significa que tengas que escuchar cómo critica a tu hermano —afirmó—. Pero sí significa que tienes que ser paciente y perdonarla como Jesús te perdonó. La Biblia dice que el amor cubre una multitud de pecados. Jesús ama a Azucena y la perdona cuando hace cosas malas, tanto como a ti te ama y te perdona. El Señor te ayudará a amarla y perdonarla también.
—Bueno… —Keyla dudó—. Creo que sí la quiero mucho también a Azucena.
HAZEL W. MARETT
AMA A TODOS LOS MIEMBROS DE LA FAMILIA DE DIOS
VERSÍCULO CLAVE: 1 PEDRO 4:8 (NVI)
SOBRE TODO, ÁMENSE LOS UNOS A LOS OTROS PROFUNDAMENTE, PORQUE EL AMOR CUBRE MULTITUD DE PECADOS.
¿Amas a todos en la familia de Dios, a tus hermanos y hermanas en Cristo? La Biblia dice que el amor cubre una multitud de pecados. Jesús te invita a confiar en Él y a permitir que Su amor perfecto y Su sacrificio cubran todas las ofensas que has cometido. El Señor también nos dice que amemos a los demás como Él los ama. ¿Lo haces? ¿Estás dispuesto a pasar por alto las diferencias de opinión? ¿A perdonar cuando te hayan herido? Confía en que Jesús te ayudará a amar a otros como Él te ama.
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