Florece
Carla caminaba pegada a su madre mientras avanzaban por la estación del subterráneo. No estaba acostumbrada a todo este ruido y a tanta gente. Su familia acababa de mudarse a la ciudad la semana anterior, y la niña se sentía triste por estar tan lejos de su antigua casa y sus amigos.
“Mamá, no me gusta vivir aquí”, se quejó Carla. “Quisiera seguir viviendo en nuestro viejo vecindario”.
Su madre la tomó de la mano y la guio a una calle menos concurrida. “Hijita, te has quejado de cómo te disgusta esta ciudad desde que nos mudamos acá. Sé que cambiarte de ciudad ha sido difícil para todos nosotros, pero oramos y sentimos que Dios le estaba guiando a tu padre a aceptar este nuevo trabajo”.
Carla frunció el ceño. “¡No entiendo por qué Dios nos trajo a vivir aquí! ¿Por qué no le dio un trabajo a papá en otro lado?” La niña miraba fijamente la acera cuando notó que algo verde sobresalía en una grieta. Carla se agachó para mirar más de cerca y vio un pequeño capullo blanco, a punto de florecer. “Mamá, ¡mira! ¡Hay una florecita chiquita que sale de la vereda!”
“Para la mayoría de la gente, esa sería una mala hierba”, comentó su madre, sonriendo. “Debe ser muy difícil crecer en un lugar así. Mi abuela solía decir a sus nietos: ‘Florece donde te siembren’”.
“¿Qué quiso decir con eso?”, preguntó Carla.
“Ella creía que Dios pone a las personas en distintos lugares con un propósito. Una de las historias bíblicas favoritas de mi abuela era la de Ester, que fue tomada de su hogar para vivir como reina con un rey al que ni siquiera conocía muy bien. Pero Dios utilizó a la reina Ester para salvar al pueblo judío de ser destruido en un complot malvado que planeó uno de los gobernantes del rey”.
Mamá apuntó a la florecita en la vereda. “Hija, no sé cuál es la razón porque Dios nos trajo a esta ciudad en este tiempo, pero sí sé que Él tiene un plan para nosotros en este lugar. Al igual que esa plantita puede crecer y florecer en una grieta de la vereda de una calle concurrida, tú puedes florecer en esta ciudad al permitir que la luz de Jesús brille a través de ti dondequiera que vayas. Comienza a buscar las maneras en que puedes compartir el amor de Dios con otras personas. Jesús puede usarte en este lugar, donde Él te ha sembrado”. — KENDRA ANGLE
FLORECE DONDE JESÚS TE HA SEMBRADO
VERSÍCULO CLAVE: ESTER 4:14 (NVI)
¡QUIÉN SABE SI NO HAS LLEGADO AL TRONO PRECISAMENTE PARA UN MOMENTO COMO ESTE!
¿Te está costando adaptarte a algo nuevo? A veces es difícil ver el plan de Dios para nosotros cuando nos mudamos a un nuevo vecindario, cuando nos cambiamos de escuela, o cuando simplemente tenemos una nueva rutina, distinta a la que estábamos acostumbrados. Pero Dios tiene un propósito para ti en el lugar donde estás. Confía en que Él te mostrará cómo compartir Su amor con las personas que te rodean. Dios te ayudará a florecer donde Él te ha sembrado.
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