En Sus manos
Alberto corrió lo más rápido que podía para atrapar la hoja de papel que se le había caído, porque el viento la estaba haciendo volar por todo el estacionamiento. Finalmente la recogió debajo de un automóvil.
—¿Por qué es tan importante ese papel? —le preguntó su hermana menor, Alexa.
—Es mi hoja de permiso para la salida con mi clase. Si no la llevo firmada mañana, no podré ir —le explicó Alberto mientras continuaban caminando hacia su casa, después de la escuela.
—¿Tu maestra no les dio esa hoja hace más de un mes? —preguntó Alexa.
—Bueno, sí, y la llevé a la casa, pero siempre me olvidaba de pedirle a mamá que la firmara, y después me olvidé del todo y se me perdió —Alberto apretó más la hoja justo en el momento en que el viento empezó a soplar nuevamente, y esta vez no se le salió de las manos—. ¡Apurémonos! ¡No quiero perder esta hoja otra vez! —indicó, y los dos niños se echaron a correr.
—¿Por qué tanta prisa? —preguntó su madre cuando Alberto y Alexa llegaron a la casa.
—No quería perder esta hoja —el niño le entregó a su mamá el papel arrugado para el permiso.
—Hijo, la fecha de este documento es hace un mes. ¿Por qué me lo das recién ahora? —le preguntó su madre.
—Porque perdí el primero —Alexa se metió en la conversación.
Mamá negó con su cabeza, pero después sacó una pluma del bolsillo de su pantalón y empezó a llenar el formulario de permiso.
—Alberto, tienes mucha suerte de que no necesitas una hoja de permiso para ir al cielo, porque también la perderías —bromeó Alexa.
—¡No la perdería! —protestó Alberto.
—Bueno, ninguno de los dos tiene que preocuparse, porque entrar al cielo no depende de ninguna de las cosas que hagamos —aseguró su madre—. Depende de Jesús. Él murió para salvarnos del pecado y resucitó, así que es el único que perdona nuestros errores y nos da vida eterna. Debido a que confiamos en Jesús, Él nos sostendrá seguros para siempre. La Biblia dice que ninguno de nosotros se escapará de Su mano. La vida eterna con Jesús es la única cosa que nunca puedes perder —mamá guardó la hoja de papel en la mochila de Alberto—. ¡Ahora asegúrate de no volver a perder esta hoja de permiso!
El niño asintió y se dirigió a su habitación, donde oró en silencio para darle gracias a Jesús por sostenerlo y mantenerlo seguro en Sus manos.
MELISSA YEAGLE
JESÚS NOS SOSTIENE Y NOS MANTIENE SEGUROS
VERSÍCULO CLAVE: JUAN 10:28
YO [JESÚS] LES DOY VIDA ETERNA Y JAMÁS PERECERÁN, Y NADIE LAS ARREBATARÁ DE MI MANO.
¿Sabías que no necesitas hacer nada para tener la vida eterna? Jesús lo hizo todo por ti. Él murió por tus pecados y después resucitó para que pudieras recibir la salvación y vivir con Él para siempre. Cuando pones tu confianza en Jesús, nunca deberías tener miedo de perderte, porque Él promete que te mantendrá a salvo en Sus manos y nunca te soltará. ¡Confía en Jesús como tu Salvador hoy mismo! (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).
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