En la oscuridad
Después que terminó el culto de la iglesia, Jacob ayudó a su madre a arreglar la sala cuna. Llovía a cántaros, así que, cuando estaban por terminar, mamá fue a traer el automóvil mientras Jacob guardaba el resto de los juguetes. Cuando estaba a punto de salir, un relámpago sacudió el edificio y todas las luces se apagaron. “¡Oh, genial!”, refunfuñó Jacobo, esperando que sus ojos se ajustaran a la oscuridad, lo cual no sucedió. La sala cuna estaba bien metida en el edificio y no tenía ventanas. “Solo debo tener cuidado”, pensó.
Jacob caminó cuidadosamente hacia la puerta. Su rodilla chocó con algo. El niño se agachó y sintió la mesa que usaban los niños en edad preescolar, así que dio un paso a la derecha. “¡Ay!”, exclamó cuando su cabeza se encontró con la esquina de un estante, el cual se sacudió y todos sus libros cayeron al piso. “Cuando la luz se va en casa no es así”, pensó. “Ahí sé dónde están las cosas”. Tanteando el camino junto a la pared, caminó derecho hacia una caja de bloques de construcción. La caja se volteó y los bloques salieron disparados mientras Jacob se caía sobre sus rodillas. “Esto es ridículo”, pensó. Nuevamente encontró la pared y avanzó lentamente hacia la puerta. “Pero ¿dónde se metió mamá? ¡Necesito una luz!”
En ese momento, una linterna alumbró al final del vestíbulo y el niño escuchó la voz de su mamá. “Aguanta, Jacob”, gritó desde lejos. “Ya voy”.
Mientras se dirigían a casa, Jacob le contó a su mamá sobre el versículo que había aprendido ese día en su clase de escuela dominical. “Lámpara es a mis pies Tu Palabra y luz para mi camino”, recitó. “¡Pero hoy la Biblia no me dio ninguna luz en la oscuridad de la sala cuna!”
La madre se rio. “Tú sabes que ese versículo no está hablando del tipo de luz que proviene del sol o de las lámparas, ¿verdad? “, preguntó. “Se refiere a la luz que la Biblia hace brillar en nuestras vidas al mostrarnos nuestro pecado y lo que Jesús ha hecho para salvarnos. También nos da sabiduría y dirección, cuando confiamos en Jesús y lo seguimos. ¿Tiene sentido?”
Jacob asintió. “Básicamente eso fue lo que dijo mi maestro”.
“Tropezarse por el edificio en la oscuridad ya fue lo suficientemente malo”, afirmó la madre. “¡Me alegra que Dios nos haya dado la Biblia para que no tengamos que tropezar por la vida sin Su luz!”– DEBRA W. SMITH
LA BIBLIA NOS DA LUZ
VERSÍCULO CLAVE: SALMO 119:105
LÁMPARA ES A MIS PIES TU PALABRA Y LUZ PARA MI CAMINO.
¿Estás tropezando por la vida sin la luz que Dios nos da a través de Su Palabra, la Biblia? Esta nos cuenta quién es Dios, cómo fuimos separados de Él por causa de nuestro pecado y cómo Jesús murió para salvarnos, para que podamos tener vida eterna. También nos ofrece sabiduría y palabras de ánimo, mientras confiamos en Jesús y mostramos Su amor a los demás. ¡Haz brillar esta luz en tu vida al leer la Palabra de Dios!
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