En el camino equivocado

—En mi clase de la iglesia hemos estado hablado del evangelismo —le contó Rosalía a su madre mientras se relajaban en las sillas junto a la piscina del hotel—. El evangelismo es una palabra cristiana que significa hablar a los demás sobre Jesús. Nuestra maestra nos ha contado historias de misioneros en otros países y cómo podemos hablar también a la gente sobre Jesús, sin importar dónde estemos —la niña suspiró—. Eso me hace pensar mucho en Evelyn y Lucía. No creo que ninguna de las dos conozca a Jesús.

—¿Les hablas a tus amigas de Jesús? —preguntó mamá.

—Bueno… en realidad, no —respondió Rosalía—. Pero oro por ellas todo el tiempo.

—La oración es importante —afirmó su madre—. Pero también debemos compartir las Buenas Nuevas de Jesús con los demás. Ellos deben saber que Jesús los ama tanto que murió por sus pecados.

Al día siguiente, cuando salieron de la autopista y entraron en una carretera pequeña en el campo, su padre bajó la velocidad del automóvil.

—¿Qué está pasando aquí? —preguntó cuando un hombre pasó corriendo junto a ellos, agitando los brazos. Papá bajó la ventana para hablar con él.

—No pueden ir por ahí —indicó el hombre—. El río se desbordó unos 3 kilómetros más allá, y parte de la carretera está completamente bajo el agua. No se ve muy profundo, pero un par de automóviles trataron de cruzar y se inundaron sus motores.

—Está bien, ¡gracias! —expresó el padre.

Después de volver a la autopista y programar una nueva ruta en el celular de papá, mamá habló:

—Me alegra mucho que ese hombre haya corrido para decirnos que la carretera estaba inundada, ¿no creen?

Rosalía asintió.

—Si no lo hubiera hecho, habríamos seguido en esa dirección.

—Así es —declaró la madre—. Incluso podíamos haber tratado de cruzar el agua e inundado nuestro motor. ¡Eso hubiera arruinado todo nuestro viaje! —mamá negó con la cabeza—. Eso me hizo pensar en Evelyn y Lucía. Así como nosotros necesitábamos que ese hombre nos dijera que no fuéramos en esa dirección, tus amigas necesitan que alguien les diga que están yendo por el camino equivocado. Ora por ellas, pero también háblales de Jesús y de lo que Él ha hecho por ti. Ellas necesitan saber que Jesús es el único camino para recibir la salvación y tener vida eterna.

NANCE E. KEYES

CUENTA A OTROS ACERCA DE JESÚS

VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 10:13

PORQUE: «TODO AQUEL QUE INVOQUE EL NOMBRE DEL SEÑOR SERÁ SALVO».

¿Tienes miedo de compartir las Buenas Nuevas de Jesús con tus amigos? Es importante que ores por los demás niños, pero si nadie les habla de Jesús, ¿cómo sabrán que lo necesitan? Quizá Dios quiera que tú seas esa persona que les predique el evangelio. Cuéntales a tus amigos que Jesús los ama y habla abiertamente de lo que Él ha hecho en tu vida. Pídele a Dios que te dé oportunidades para apuntar a tus amigos a Jesús.