En construcción

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“¿Por qué nos detenemos?”, preguntó Teo cuando dejaron de moverse y se sumaron una fila de automóviles.

Aura sacó su cabeza por la ventana.  “Hay una construcción.  Puedo ver una retroexcavadora y una mujer con un letrero”.

“¡Oh, no!”, exclamó Teo.  “¡Vamos a llegar tarde!  Ya es suficientemente terrible ir a una nueva escuela, ¡pero llegar tarde y que todos me miren será peor!”

“También tengo miedo de llegar tarde a mi entrevista de trabajo”, expresó su mamá, sacando su teléfono, “pero no hay nada que podamos hacer.  Voy a llamarles para avisar”.

“Me gustaría que papá estuviera vivo”, dijo Aura una vez que la madre terminó su llamada.  “Así seguiríamos viviendo en nuestra casa anterior e iríamos a nuestra escuela anterior, con todos nuestros amigos.  Y tú no tendrías que buscar trabajo”.

“A mí también me gustaría”, indicó mamá, “pero hay una razón por la que Dios está permitiendo que atravesemos por estos cambios difíciles.  Tenemos que confiar en Él”.

En ese momento, la fila de automóviles comenzó a moverse y la familia siguió al carro que estaba frente a ellos a un camino de grava muy irregular.  Pasaron junto a hombres trabajando con ruidosas taladradoras y había una enorme máquina que quitaba pedazos grandes de asfalto.

“¿Por qué tienen que dañar una carretera que está perfectamente bien?”, preguntó Aura.

“Esto me hace pensar en nuestra familia”, comentó Teo con tristeza.  “Todo está roto y revuelto”.

“Sí, así se siente”, explicó la madre, “pero pensemos una cosa: las personas a cargo en el municipio tienen planes para esta carretera.  Ahora permiten que esté rota y que le hagan pedazos porque saben que después que termine la construcción, será mejor.  Y Jesús tiene planes para nuestras vidas.  Él nos está guiando por un tiempo muy difícil, pero es durante los momentos de dolor y dificultades que llegamos a conocer mejor a Jesús y nos volvemos más como Él”.

“Pero todavía no veo por qué nos quitó a papá”, señaló Aura con nostalgia.

“Yo tampoco”, afirmó la madre, “pero sí sé que Él nos promete que siempre estará con nosotros y, mientras confiamos en Él y aprendemos a depender de Él cada vez más, Él nos ayudará a reconstruir nuestras vidas”.  Mamá sonrió y miró por el espejo retrovisor.  “¿Quieren confiar en Jesús conmigo?”

Aura y Teo devolvieron la mirada e hicieron un gesto afirmativo.  – VIOLET E. NESDOLY

CONFÍA EN JESÚS EN LAS DIFICULTADES

VERSÍCULO CLAVE: SANTIAGO 1:3

LA PRUEBA DE SU FE PRODUCE PACIENCIA.

¿Es difícil creer que algo bueno puede salir de una decepción o del dolor que estás viviendo?  La construcción en la carretera es para hacerla mejor.  La remodelación tiene como resultado un mejor edificio.  Y confiar en Jesús durante los tiempos difíciles da como resultado una fe más fuerte.  Recuerda que Él siempre estará contigo y usará los momentos difíciles en tu vida para que tengas más fuerzas, más sabiduría, más paciencia y más compasión, es decir, para que seas más como Él.