En apoyo a Max

Jonás se sentó en el columpio del patrio trasero, pensando en el niño nuevo de su clase en la escuela, mientras su madre sacaba las malas hierbas de su jardín de flores.

—Oye, mamá —le dijo Jonás—. ¿Has oído del autismo?

—Sí, ¿por qué la pregunta? —inquirió la madre.

—Bueno, hay un nuevo chico en mi clase que se llama Max —explicó Jonás—. Mi maestra dijo que tiene una forma de autismo que hace que él reaccione de forma diferente o que diga cosas de un modo que podría parecer extraño. Nos pidió que seamos muy pacientes y amables, para que él se ajuste bien a una nueva escuela. Parece que es muy inteligente, por ejemplo, en la clase de ciencias sabía un montón de cosas sobre el espacio exterior y las misiones espaciales. Pero a la hora del almuerzo se sentó solo, aunque yo le invité a sentarse en mi mesa. Parecía que no quería que lo molestaran. No estoy seguro de qué debo hacer.

—Las personas con autismo a veces hacen amigos de forma diferente —dijo mamá—. Estar en un grupo grande con mucha gente probablemente sea un desafío para Max.

—Quiero ser su amigo, pero no sé cómo —admitió Jonás.

La madre miró su jardín de flores.

—¿Ves esos lirios que están comenzando a caerse? Todos los años tengo que atarlos a un palito para que tengan un apoyo extra. Quizá Max solo necesite un amigo como tú, que le dé un apoyo extra en el área de la amistad.

—¿Quieres decir que yo puedo ser como ese palito que le ayuda a mantenerse en pie? —preguntó Jonás.

Mamá asintió.

—Mañana, a la hora del almuerzo, puedes preguntarle si acepta que te sientes con él en su mesa, para que no se sienta tan abrumado con un montón de gente. Puedes apoyarlo al escucharlo y tratar de entender cómo él ve las cosas. Mientras más lo conozcas, creo que te darás cuenta de que hay áreas en las que él podría apoyarte, que son difíciles para ti.

Jonás sonrió.

—¡Como la clase de ciencias!

—Dios creó a Max con habilidades únicas, tal como te hizo a ti con talentos y destrezas especiales —aseguró su madre—. El Señor nos dio a todos dones diferentes para que podamos usarlos para ayudarnos unos a otros. Jesús sabe que todos necesitamos Su amor y Su apoyo, y muchas veces Él nos da estas cosas a través de otras personas. Tú puedes ser ese amigo para Max, y él también puede ser apoyo para ti.

KENDRA ANGLE

LOS AMIGOS SE APOYAN MUTUAMENTE

VERSÍCULO CLAVE: GÁLATAS 6:2

LLEVEN LOS UNOS LAS CARGAS DE LOS OTROS, Y CUMPLAN ASÍ LA LEY DE CRISTO.

¿Conoces a alguien que podría necesitar un apoyo extra? Tal vez sea alguien que tenga una necesidad especial, como el autismo o una discapacidad física. A lo mejor a alguno de tus amigos le cuesta alguna materia en la escuela en la que tú eres bueno. Dios nos ha dado a cada uno de nosotros diferentes fortalezas, y todos enfrentamos luchas distintas en la vida. Puedes demostrar el amor de Jesús a tus amigos al ofrecerles apoyo en las áreas que lo necesitan, y cuando necesites ayuda con algo, ellos también te pueden apoyar.

Clave de Hoy
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