El soplador de vidrio

“¿Creen que les hubiera gustado vivir aquí hace más de 100 años?”, preguntó la maestra de Karina mientras la clase inspeccionaba la aldea histórica restaurada que fueron a visitar.

Karina rio.  “No, pero es interesante”.  La niña señaló unas figuras de vidrio que estaban en una repisa.  “Qué lindas figuras.  Me pregunto cómo las hicieron”.

La señorita González sonrió.  “Fueron hechas por un soplador de vidrio y vamos a ver una demostración de cómo se sopla el vidrio”.  La maestra hizo un gesto para invitar al grupo a entrar por un pasillo.  “Vengan a ver”.

Los niños fueron al área de demostraciones y se sentaron alrededor del señor Suárez, el soplador de vidrio.  Escucharon cuidadosamente mientras explicaba lo que estaba haciendo.  “Calentamos el vidrio a casi 1100 grados Celsius”, comentó.  “Luego tomo la pasta de este material derretido al final de mi caña y soplo”.  Les mostró cómo moldeaba el vidrio.  “Solo puedo cambiar la forma del vidrio cuando está muy caliente.  Después de que se enfría, ya no puede ser moldeado ni formado, a menos que se lo vuelva a calentar”.  El hombre volvió a calentar el vidrio y les mostró cómo nuevamente podía cambiar su forma”.

Esa noche, Karina le contó a su familia sobre el viaje y lo que había aprendido acerca de soplar vidrio.  “El señor Suárez dijo que el vidrio tenía que estar caliente para poder moldearlo”, indicó.

“Qué interesante”, afirmó su papá.  “¿No te hace eso pensar en lo que dijo el pastor Mauricio dijo en la iglesia la semana pasada?”

Karina dudó.  “Realmente no”, contestó.

“Él habló sobre cómo nuestros corazones eran fríos antes de conocer a Jesús.  Estábamos muertos en el pecado y atrapados en nuestro egoísmo.  Pero cuando confiamos en Jesús, Él calentó nuestros corazones para que el Espíritu Santo pueda moldearnos y así seamos más como Él.  Jesús llena nuestros corazones con amor y moldea nuestras vidas para que podamos servirlo y mostrar a los demás quién es Él”.

“Es cierto”, aseguró mamá.  “Él nos convierte en bellos vasos que apuntan a otros hacia Él, tal como esas hermosas figuras de vidrio que viste en esa tienda te hicieron querer conocer al soplador de vidrio”.

El padre asintió.  “Demos gracias a Jesús por calentar nuestros corazones y confiemos en que Él nos moldeará para que lleguemos a ser las personas que Él desea”.  – A. W. SMITH

DIOS MOLDEA NUESTROS CORAZONES

VERSÍCULO CLAVE: EFESIOS 5:2

Y ANDEN EN AMOR, ASÍ COMO TAMBIÉN CRISTO LES AMÓ Y SE DIO A SÍ MISMO POR NOSOTROS, OFRENDA Y SACRIFICIO A DIOS, COMO FRAGANTE AROMA.

¿Jesús ha calentado tu corazón?  Si confías en Jesús, Él ha cambiado tu corazón de pasta y lo ha convertido en la bella figura de vidrio, moldeándote para que seas más como Él.  Jesús te está enseñando a mostrar Su amor a otros y a confiar en Él en cada situación.  Dale gracias por haberte dado vida y confía en que Él te moldeará para convertirte en la persona que Él quiere que seas.

Clave de Hoy
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