El proyecto secreto

Germán tomó el pegamento que su madre le entregó y salió corriendo al cobertizo. Trabajó por un rato en su proyecto secreto y después corrió nuevamente a la casa, para buscar a su madre.

—Papá, ¿puedo usar un martillo y clavos?

Papá le ayudó a encontrar lo que necesitaba; el niño tomó las cosas y regresó corriendo al cobertizo. Después de trabajar un rato más, Germán entró una vez más a la casa.

—Pintura —indicó—. Necesito pintura. ¿Puedo usar un poco de la tuya, Marga?

Su hermana aceptó, así que Germán tomó la pintura y se fue a toda velocidad por la puerta.

Al día siguiente, después de la escuela, el amigo de Germán, llamado Kwan, vino de visita. Mamá sacó galletas y leche para los niños.

—Gracias, señora Tello —expresó Kwan. Y, cuando llegó la hora de regresar a su casa, Kwan la agradeció muy educadamente por dejarlo estar en su casa.

La madre de Germán estaba impresionada.

—Kwan parece ser muy bien educado —comentó después que el niño se fuera.

—Sí, él es así —afirmó Germán—. Incluso dice gracias cuando la maestra le devuelve sus tareas —el niño torció los ojos.

—Eso es bueno —opinó mamá—. Después de todo, Dios dice que deberíamos ser agradecidos por todo. Eso incluye también a las cosas pequeñas. Dios ha hecho tanto por nosotros: Jesús murió y resucitó para salvarnos del pecado, y Él nos demuestra Su amor por nosotros de tantas maneras. Una de esas maneras es a través de las personas que Él pone en nuestras vidas, que nos aman, nos enseñan y nos ayudan. Deberíamos darle las gracias por eso, y también deberíamos agradecer a los demás por su bondad.

Después de la cena, Germán trabajó por un tiempo en su proyecto secreto. Cuando regresó a la casa, estaba sonriendo.

—Miren —señaló—. Al fin terminé mi proyecto. Aprendimos cómo hacerlo en nuestra clase de taller, en la escuela.

Él les entregó las cosas que había hecho. A su madre le dio un comedero para aves; a su padre le dio un estante para zapatos; y a su hermana le hizo un joyero.

Germán sonreía mientras su familia se emocionaba por los regalos. Todos le dieron las gracias con mucha calidez. Entonces el niño pensó en algo:

—Gracias por dejarme usar tu pintura para mi proyecto, Marga. Y gracias, mamá y papá, pro el pegamento, por el martillo y por los clavos. No podría haberlo hecho sin su ayuda.

NANCE E. KEYES

DI GRACIAS

VERSÍCULO CLAVE: EFESIOS 5:20

DEN SIEMPRE GRACIAS POR TODO, EN EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, A DIOS, EL PADRE.

 ¿Le das gracias a Dios por todo lo que ha hecho por ti? ¿Das gracias a las personas por las cosas que hacen para ayudarte? En la lectura bíblica de hoy, solo uno de los diez hombres regresó para agradecer a Jesús por sanarlo, ¡y Jesús lo apreció! No tomes nada por sentado. Dale gracias a Dios por todo el amor y la bondad que Él te muestra cada día, y deja que las personas que Él ha puesto en tu vida sepan que también sientes gratitud por ellas.

Clave de Hoy
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