El patito perdido
—Hoy quiero contarles la historia de unos pacos que viven por mi casa —dijo el señor Pedroza a su clase de escuela dominical, mientras los niños se reunían para el tiempo de la lección. Clara se sentó muy ansiosa para escuchar—. Ayer estaba en el estanque y vi una mamá pata con sus cuatro patitos —continuó el maestro—. Todos estaban nadando y disfrutando de la vida cuando, de repente, la mamá pata nadó desesperadamente hacia el borde del estanque. Ella guio a sus cuatro patitos de regreso a su nido y después comenzó a mirar a su alrededor con ansiedad. Yo me quedé mirando atentamente y me preguntaba qué estaría haciendo. No pasó mucho tiempo cuando descubrí lo que estaba buscando.
—¿Qué era? —preguntó uno de los niños.
—Estaba buscando a su patito perdido —respondió el señor Pedroza—. En realidad, ¡ella tenía cinco patitos, no cuatro!
—¿Y lo encontró? —preguntó Clara, inquieta.
El señor Pedroza asintió.
—Se había separado de los otros y estaba solo al otro lado del estanque. Su madre lo encontró y lo llevó de regreso al nido, sano y salvo.
Clara y los demás niños suspiraron aliviados.
—Este es un buen ejemplo de lo que enseña nuestra lección bíblica de hoy —agregó el maestro—. En Lucas 15, Jesús cuenta la parábola de la oveja perdida. Clara, ¿te gustaría leerla en voz alta para que todos escuchemos?
Todos abrieron sus Biblias y Clara empezó a leer. Cuando terminó la lectura, el señor Pedroza comentó:
—Así como la mamá pata del estaque se fue a buscar a su patito perdido, el pastor en la historia de Jesús buscó su oveja perdida. Jesús contó esta parábola para ayudarnos a entender que Él es nuestro Buen Pastor y que cuida de nosotros del mismo modo. Cuando estábamos perdidos en nuestro pecado, Él vino a buscarnos. Se hizo humano, murió en la cruz por nuestros pecados y después resucitó para que pudiéramos ser rescatados y pasar la eternidad con Él. Si estás perdido, confía en Jesús como tu Salvador hoy mismo.
Cuando llegó la hora de hacer la manualidad, Clara no podía sacarse de la mente la historia del patito que contó el señor Pedroza. Después de la clase, se acercó a su maestro.
—¿Señor Pedroza? Yo… ya no quiero estar perdida. Deseo que Jesús me encuentre; quiero confiar en Él.
LISA FULLER
JESÚS RESCATA A LOS PERDIDOS
VERSÍCULO CLAVE: LUCAS 19:10
PORQUE EL HIJO DEL HOMBRE [JESÚS] HA VENIDO A BUSCAR Y A SALVAR LO QUE SE HABÍA PERDIDO.
¿Estás perdido? Si no has confiado en Jesús como tu Salvador, eres como el patito perdido de la historia de hoy, que necesita que lo rescaten. Nuestro pecado nos ha separado de Dios, así que Jesús vino a buscarnos y a salvarnos. Él te está buscando. Confía en Jesús hoy mismo y tendrás un hogar con Él por toda la eternidad. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Jesús tiene para ti).
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