El leopardo y el cabrito
A Sara le encantaba trabajar con su papá los sábados y los feriados. Él era veterinario de animales grandes y se encargaba de varias granjas en la zona. Ella lo ayudaba a poner vacunas y a vendar heridas. Una vez, ¡Sara incluso vio nacer a un potro!
En el rancho junto al río, Sara le entregó a su padre un tubo para guardar muestras de sangre, el cual fijó al en una jeringa. La sangre del gran caballo gris fluyó en el tubo. Justo cuando papá ponía el tubo en un contenedor de plástico, sonó su celular.
—Tenemos una emergencia —le contó a Sara después de cerrar la llamada. Él tomó el contenedor y caminó hacia su camioneta.
Sara recogió un poco de gasa, antiséptico y envolturas descartadas mientras seguía a su padre.
—¿Qué pasó? —preguntó cuando lo alcanzó.
—Uno de los caballos del señor Samuel fue mordido por una serpiente en la nariz. Debemos asegurarnos de que la hinchazón no interfiera con su respiración —su padre salió por la puerta del rancho y se dirigió hacia la carretera.
Sara se sintió triste. Amaba los animales y no podía soportar la idea de que uno de ellos estuviera con dolor o no pudiera respirar. Cuando llegaron a la granja, el corazón de Sara se fue al piso al ver al caballo. Su cara estaba toda hinchada. Se veía miserable. Afortunadamente, llegaron a tiempo para administrar medicamentos que ayudaron en pocos minutos.
—Vigílelo —le dijo el padre al señor Samuel mientras guardaba todos sus equipos —. Pero estoy seguro de que estará bien.
De camino a su casa, Sara no pudo dejar de pensar en el caballo.
—¿Por qué los animales tienen que lastimare unos a otros? —preguntó.
—La serpiente solo se estaba protegiendo para que nadie la pisara —explicó papá—. En nuestro mundo roto por el pecado, los animales y las personas nos haremos daño por muchas razones diferentes. Pero tenemos esperanza.
—¿A qué te refieres?
—Cuando Jesús regrese, sanará toda la tierra y la liberará de todo el quebranto causado por el pecado —respondió papá—. Todos los que confían en Jesús vivirán con Él para siempre, y allá habrá paz, tanto entre animales como entre personas. ¡El leopardo se acostará con el cabrito, y los bebés podrán jugar con cobras!
—¡Guau! —exclamó Sara. La niña deseó entonces que Jesús regrese.
BONNIE CARR
JESÚS TRAERÁ PAZ
VERSÍCULO CLAVE: ISAÍAS 11:9
PORQUE LA TIERRA ESTARÁ LLENA DEL CONOCIMIENTO DEL SEÑOR COMO LAS AGUAS CUBREN EL MAR.
¿Alguna vez has visto documentales sobre los animales salvajes? Es difícil ver a lagartos que atacan a las nutrias o a leones que acechan a las gacelas para comerlas. Las noticias también pueden ser inquietantes. Hay tantas historias de gente que hace cosas terribles a los demás. Pero Dios tiene un plan. Un día, Jesús regresará para gobernar la tierra. Él cambiará todo. El pecado y la muerte desaparecerán para siempre, ¡ y todas las personas y animales vivirán en paz!
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