El invitado de honor
—Seguimos en el centro comercial, mamá —dijo Sergio, frustrado—. El automóvil no se prende y un hombre de la mecánica de al frente está tratando de arreglarlo. Papá dice que llegaremos lo más rápido que podamos, pero tardaremos un poco. Me pidió que te dijera que la función debe continuar, perero no sé qué quiso decir con eso.
La madre sabía qué quiso decir el papá. Él hablaba de la fiesta sorpresa de cumpleaños que habían planeado para Sergio. Papá había llevado al niño de compras solo para sacarlo de la casa. Los invitados estaban ya en la sala, esperando que llegara a casa. Mamá sabía que papá le estaba diciendo que empezara a servir la comida y hacer los juegos.
Una hora después, Sergio irrumpió en la casa.
—Mamá, ya llegamos. No lo vas a creer…
—¡Sorpresa! ¡Sorpresa! —gritaron sus amigos, interrumpiéndolo. ¡Sergio realmente se sorprendió!
—Ya era hora de que llegaras —comentó Patricio, uno de los invitados—. Estábamos a punto de darle tus regalos de cumpleaños a alguien más.
—¡Ni lo pienses! Son de Sergio —protestó Penélope, la hermana de Sergio. La niña tomó la mano de su hermano con sus manitas—. Es su cumplaños.
—No pasa nada, Penélope. No daríamos sus regalos a nadie más —le aseguró Patricio, entregándole un regalo a Sergio—. Toma. Abre el mío primero.
—Me alegra que al fin hayas llegado, Sergio —expresó otro amigo después que el niño abrió todos sus regalos—. Tu fiesta de cumpleaños no era lo mismo sin ti.
Después que se fueron todos los invitados, Sergio se sentó para comer un pedazo de su pastel de cumpleaños.
—Quisiera no haberme perdido los juegos, pero al menos el carro estuvo arreglado a tiempo para ver a todos y abrir mis regalos.
—A mí también me alegra —indicó su madre—. Como dice Penélope, es tu «cumplaños», y una celebración de cumpleaños sin el invitado de honor, o sea, el cumpleañero, no sirve de mucho.
—Feliz cumplaños, Sergio —expresó Penélope con una sonrisa. La niña apuntó al nacimiento que estaba en una mesa cercana—. ¡Y feliz cumplaños, Jesús!
Mamá rio.
—Gracias por el recordatorio, hijita. Con todo lo que hay en esta época del año, es fácil que nos olvidemos que celebramos el cumpleaños de Jesús en Navidad, cómo Él se hizo humano para poder salvarnos del pecado. Tenemos que asegurarnos de que Él sea nuestro invitado de honor en la Navidad y celebremos el regalo maravilloso de Su nacimiento.
HAZEL W. MARETT
LA NAVIDAD HONRA EL NACIMIENTO DE JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: LUCAS 2:11
PORQUE LES HA NACIDO HOY, EN LA CIUDAD DE DAVID, UN SALVADOR, QUE ES CRISTO EL SEÑOR.
¿Es Jesús el invitado de honor en tu celebración de Navidad? Sin Él, no habría Navidad. En toda la emoción de los regalos, las fiestas y otros eventos de Navidad, no te olvides de Jesús. Mientras realizas tus actividades navideñas, celebra el regalo de Su nacimiento. Jesús es Dios, pero Él se hizo humano para que podamos ser salvos a través de Su muerte y resurrección. ¡Eso sí es digno de celebrar cada Navidad!
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