El Grinch

Isaac dio un portazo y empezó a sacarse sus botas mientras refunfuñaba entre dientes.

“¿Estás bien?”, preguntó su madre.

“No, según el señor Valencia”, señaló el niño.  “¡Nunca es suficiente nada de lo que hago para él!  O sea, me tomó una hora limpiar su patio, ¿y qué recibo a cambio?  ‘Te faltó la segunda grada, Isaac.  No llegaste hasta el borde’.  ¡El señor Valencia es todo un Grinch!  Esta es la última vez que le ayudo”.

En ese momento la hermana de Isaac, Hilda, entró dando brincos a la habitación.  “Mamá, las palomitas de maíz verdes están listas, el refresco verde para nuestro ponche de Grinch está frío.  ¡Ya quiero ver la película del Grinch con nuestros bocadillos especiales!”

“Yo conozco a uno verdadero que vive en la casa de al lado”, gruñó Isaac.

“Isaac”, indicó mamá con gentileza, “sé que el señor Valencia puede ser difícil, pero recuerda que él no conoce a Jesús. La única manera en que podrá cambiar es si permite que Jesús entre en su vida y lo transforme.  Solo Dios puede hacer que eso suceda, pero podemos guiarle al señor Valencia a Jesús cuando le mostramos amor y gozo, aun cuando no lo merezca”.

“¿Así como el corazón del Grinch creció tres tallas cuando vio cuánto gozo tenían los Quien incluso después que se robó todos sus regalos de Navidad y sus decoraciones?”, preguntó Hilda.

“Exactamente”, afirmó su madre.  “Aun cuando el señor Valencia se porte mal, eso no debe matar tu gozo… de hecho, eso te da la oportunidad de mostrarle el amor de Jesús”.

“Nunca había pensado en eso antes”, comentó Isaac.  “No me había dado cuenta de que al limpiar su jardín y ser amable con el señor Valencia estaba permitiendo que el amor de Jesús brille a través de mí.  Trataré de recordarlo la próxima vez que limpie las gradas de su jardín”.

“Me alegra escuchar que habrá una próxima vez”, expresó mamá mientras le daba a Isaac un abrazo.  “Y ahora es el momento de ver…”

“¡Cómo el Grinch se robó la Navidad!”, chilló Hilda.

 “Creo que veré esa película con una nueva perspectiva”, dijo Isaac con una sonrisa.  —  RACHEL VRUGGINK

EL GOZO GUÍA A OTROS A JESÚS

VERSÍCULO CLAVE: 1 TESALONICENSES 5:15

MIREN QUE NINGUNO DEVUELVA A OTRO MAL POR MAL, SINO QUE PROCUREN SIEMPRE LO BUENO LOS UNOS PARA CON LOS OTROS, Y PARA CON TODOS.

Cuando tienes a personas amargadas en tu vida, ¿todavía las tratas con amor y bondad?  Cuando mostramos a otros amor y gozo, eso los lleva a la fuente de nuestro amor y nuestro gozo, ¡Jesús!  Él nos da la fuerza para estar gozosos en cualquier circunstancia.  Confía en que Él te ayudará a tener gozo al hacer cosas buenas por otros, incluso cuando menos lo merezcan.

Clave de Hoy
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