El fin de las vacaciones
Cuando Jacob se sentó para almorzar, su madre notó que estaba melancólico.
—¿Qué pasa, hijo? —preguntó.
El niño simplemente se encogió de hombros. Mamá le puso un sándwich con papitas en la mesa.
—Es un hermoso día —comentó después que dieran gracias a Dios por sus alimentos—. Tienes muchos regalos de Navidad que te ayudarán a mantenerte ocupado y todavía tienes algunos días más de vacaciones. Pero no te ves muy contento.
—Es justo eso… ya se acaban las vacaciones de Navidad —respondió Jacob—. La escuela empieza la próxima semana y no he hecho nada.
—¿A qué te refieres? —preguntó su madre—. ¿Qué es lo que no has hecho?
—Tenía que leer el libro que me prestó Tomás y aprender a esquiar durante las vacaciones —le contó el niño—. También quería sorprender a papá limpiando el garaje y aspirando el automóvil. Incluso estaba planeando limpiar la acerca de la señora Páez sin cobrarle, pero nunca pude hacerlo. Al final ella pagó a alguien para que lo haga —el niño suspiró profundamente—. Desperdicié todas mis vacaciones.
—Entiendo cómo te sientes —expresó mamá—. Muchas veces también me siento así cuando no logro cumplir con todas mis tareas. Pero, hijo, no desperdiciaste tus vacaciones.
Jacobo levantó la mirada de su sándwich.
—¿No?
La madre negó con la cabeza.
—Pasaste tiempo con tus amigos y tu familia, y también tuviste un merecido descanso de un año escolar muy ocupado. El descanso y las relaciones son importantes también. En lugar de preocuparnos por todo lo que quisiéramos hacer, debemos confiar en que Jesús nos ayudará a hacer las cosas que Él desea que hagamos. Podemos descansar y disfrutar el tiempo que pasamos con otras personas porque Jesús hizo lo que no podíamos hacer por nosotros mismos: ¡murió y resucitó para que podamos tener vida eterna con Él!
—Entonces, ¿está bien que no haya hecho todas esas cosas? —preguntó Jacob.
—¿Tú crees que era posible hacer todo eso en dos semanas? —preguntó mamá, con una sonrisa.
Jacob sonrió.
—Supongo que no.
—Pero está muy bien que quieras aprovechar bien tu tiempo y ayudar a otros —aseguró su madre—. Tal vez puedas separar un tiempo para trabajar en las cosas que son realmente importantes para ti. Y todavía te quedan un par de días de vacaciones.
Jacob asintió y siguió engullendo su sándwich.
—¡Creo que sí me alcanza el tiempo para limpiar el garaje antes que papá regrese del trabajo!
HOLLY F. CEPEDA
USA BIEN TU TIEMPO
VERSÍCULO CLAVE: 1 PEDRO 3:18 (NTV)
CRISTO SUFRIÓ POR NUESTROS PECADOS UNA SOLA VEZ Y PARA SIEMPRE. ÉL NUNCA PECÓ, EN CAMBIO, MURIÓ POR LOS PECADORES PARA LLEVARLOS A SALVO CON DIOS.
¿Cómo has pasado tus vacaciones de Navidad? ¿Te divertiste? Es importante que te relajes y disfrutes de pasar tiempo con otras personas. Quizá esperabas lograr algunas tareas… ¿pudiste hacerlo? Está bien que te pongas metas y hagas tus tareas, pero recuerda que Jesús ya logró lo más importante de todo. Confía en que Él te ayudará a usar bien tu tiempo mientras buscas el equilibrio en los estudios, la diversión y el descanso.
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