Dirección correcta
“¡Papá!”, llamó Laila desde el escritorio de la computadora, “¿puedes ayudarme con este correo? Lo envié dos veces, pero creo que no se fue a ningún lado”.
Papá dejó su libro y caminó a donde estaba Laila. “¿Estás segura de que escribiste bien la dirección?”, preguntó.
Laila hizo un gesto afirmativo. “Sí, estoy segurísima. Estoy enviando por correo electrónico la última parte de mi proyecto a la dirección que me dio mi maestra… está en la hoja de la tarea”. La niña le mostró a su padre el papel.
El papá acercó la silla y se sentó junto a Laila. Miró el papel y luego a la pantalla de la computadora. “Acabo de ver cuál es el problema. Pusiste un cero en lugar de la letra O en el apellido de la señora Carrasco”.
Laila revisó el papel y volvió a escribir la dirección, esta vez con una O. Hizo clic en el botón de enviar y, unos segundos más tarde, salió en la pantalla una notificación de que su mensaje había sido enviado.
Esa noche, Laila y su padre compartieron unas palomitas de maíz. “Gracias por ayudarme hace un rato con el correo electrónico”, expresó Laila. “Qué bueno que notaste mi error, porque, si no, mi proyecto nunca le hubiera llegado a la señora Carrasco, a pesar de que estaba segura de que tenía la dirección correcta”.
Su papá asintió. “¿Sabes? El error que cometiste con la dirección del correo se parece un poquito al error que las personas pueden cometer con respecto a la salvación. Debemos asegurarnos de que tengamos la dirección correcta para llegar al cielo”.
“¿El cielo tiene una dirección?”, preguntó Laila.
“Bueno, no exactamente”, contestó el papá, “pero estaba pensando en un amigo con el que hablé en la mañana. Él no cree que haya ninguna diferencia en lo que la gente cree. No importa si siguen las enseñanzas de alguna persona en particular o de cualquier religión, o si solo creen en sí mismos y en las cosas buenas que hacen. Él cree que todos terminarán en el mismo lugar, o sea, en el cielo. Eso no es lo que dice la Biblia”.
“¿Quieres decir que lo que creemos es una especie de dirección que usamos para llegar al cielo?”, preguntó Laila.
Su padre dijo que sí con la cabeza. “Pero solo hay una dirección correcta, y es Jesús. Solo a través de Él podemos llegar al cielo, porque el cielo es estar en Su presencia, libres del pecado. Solo podemos alcanzar la salvación cuando creemos y confiamos en Él”.– RICHARD S. MAFFEO
JESÚS ES LA DIRECCIÓN CORRECTA
VERSÍCULO CLAVE: JUAN 14:6
JESÚS LE DIJO: “YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA; NADIE VIENE AL PADRE SINO POR MÍ”.
¿Te has preguntado si realmente importa lo que crees? ¿Piensas que una persona puede seguir cualquier religión y llegar al cielo? La Palabra de Dios dice que Jesús es el único camino para llegar al cielo. En el cielo no está permitido ningún pecado, así que Jesús dejó el cielo y vino a la tierra para morir por nuestro pecado. Solo puedes ser libre del pecado y tener vida eterna cuando crees y confías en Él. (Lee sobre las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti aquí).
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