Dios nunca cambia

Darío entró a su habitación y dio un portazo.  Tomó su almohada y la aventó al otro lado del cuarto, luego se sentó en la cama.  “Genial”, pensó, “otro cambio en mi vida”.  Su mamá le acababa de decir que había conseguido un trabajo a tiempo completo y que tendría que ir a la casa de sus abuelos todos los días, después de la escuela.  “Primero, mamá y papá me dicen que se van a divorciar, después que mamá y yo tenemos que mudarnos, y ahora esto”.

Un golpe en la puerta interrumpió los pensamientos de Darío.  “¿Puedo entrar?”, preguntó su madre.

“Supongo”, contestó Darío.

Mamá entró y se sentó al filo de la cama de su hijo.  “Pensé que te gustaba pasar tiempo con tus abuelos”.

“Sí”, respondió el niño.  “Es solo que no quiero otro cambio.  Tengo una rutina después de la escuela.  Esto va a cambiarlo todo y ya no te voy a ver tanto”.  Darío suspiró.  “Parecería que nada está estable.  Todo está cambiando”.

Darío se levantó de la cama y fue a mirar por la ventana de su habitación.  Su madre caminó, se paró junto a su hijo y ambos observaron el cielo nocturno.

“Mira, tenemos una hermosa luna esta noche”, comentó mamá.  “La luna también cambia todo el tiempo”.

Darío asintió.  “Parecería que cada noche es diferente”.

“Bueno, la luna siempre tiene la misma forma”, explicó la madre.  “Es solo nuestra percepción la que cambia.  No siempre podemos verla en su forma completa debido a nuestra posición frente al sol, pero podemos contar con que saldrá de alguna forma todas las noches.  Jesús es igual.  Él nunca cambia.  Nuestra percepción de Él podría cambiar por las cosas que suceden en nuestras vidas, pero Él es el mismo ayer, hoy y mañana.  Siempre nos ama y se preocupa por nosotros”.  Mamá abrazó a Darío.  “Sé que por ahora hay muchos cambios en nuestras vidas, pero Jesús está aquí para ayudarnos a salir adelante”.

Darío pensó en lo que su mamá acababa de decir.  Mientras observaba la luna, hizo una oración en silencio, dándole gracias a Jesús por estar a su lado en medio de tantos cambios.  MELISSA YEAGLE

JESÚS NUNCA CAMBIA

VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 13:8

JESUCRISTO ES EL MISMO AYER Y HOY Y POR LOS SIGLOS.

¿Estás pasando por muchos cambios en tu vida ahora mismo?  Puedes contar con que Jesús te ayudará a salir adelante.  Él siempre está contigo y Su amor por ti nunca cambia.

Clave de Hoy
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