Dientes postizos

—¡Ah! —gritó Olivia al ver un vaso en el baño de su abuela—. ¡Hay dientes en ese vaso! —la niña oyó reír a su abuela y entró en su habitación—. Me olvidé de que usas dientes postizos. No se ven falsos cuando están en tu boca.

—Qué bueno —dijo la abuela—. Entonces tal vez solo mi dentista y yo sabemos la verdad —ella le mostró a su nieta una sonrisa sin dientes—. Y tú.

La semana siguiente, en la escuela, Olivia se hizo amiga de Gina, una nueva estudiante que hablaba de Dios con frecuencia.

—Todos tenemos a Dios en nosotros, así que podemos saber por nosotros mismos lo que es bueno y lo que es malo —comentó Gina un día—. Puede que creas que algunas cosas están mal, pero tal vez yo crea que estén bien. Y no hay problema. Cada una debería tomar su propia decisión.

Olivia no creía que eso era cierto, pero estaba tan feliz de finalmente haber encontrado una amiga que no tenía miedo de hablar de Dios. «Tal vez Gina tenga razón», pensó la niña.

Un día, Olivia se metió en problemas por golpearle a su hermano.

—Él me estaba fastidiando, ¡así que no veo nada de malo con haberle pegado! —exclamó Olivia—. Gina dice que todos somos parte de Dios y deberíamos decidir por nosotras mismas lo que está bien.

—¿Y quién es Gina? —preguntó su madre.

—Es una nueva amiga cristiana de la escuela. Ella habla mucho acerca de Dios.

—¿Estás segura de que es cristiana? —preguntó mamá—. Porque lo que dice no es lo que la Biblia enseña. La Biblia dice que Dios es santo y que siempre hace lo correcto, pero nosotros somos pecadores que estábamos separados de Dios porque hacemos las cosas equivocadas que van en contra de quién es Él. Por eso necesitamos que Jesús nos salve del pecado y nos dé el Espíritu Santo —la madre negó con la cabeza—. Puede que la gente hable sobre Dios, pero si no creen que necesitan a Jesús, son como… bueno, como los dientes de la abuela.

—¡Los dientes de la abuela! —exclamó Olivia—. ¿Qué significa eso?

—Me contaste que sus dientes se ven tan reales que no piensas en el hecho que son falsos —explicó su madre—. Bueno, las cosas que la gente dice sobre Dios podrían parecer ciertas, pero si no están de acuerdo con lo que la Biblia dice sobre Dios y nuestra necesidad de Jesús, son falsas. Dios es perfecto y santo, y sin duda no dice que puedes decidir por ti misma lo que es bueno y lo que es malo —mamá miró a Olivia—. Y pegarle a tu hermano definitivamente está mal.

NANCE E. KEYES

CUÍDATE DE LAS FALSAS ENSEÑANZAS

VERSÍCULO CLAVE: MATEO 24:4

JESÚS LES RESPONDIÓ: «TENGAN CUIDADO DE QUE NADIE LOS ENGAÑE».

¿Das por sentado que cualquiera que hable acerca de Dios es cristiano? Repetir palabras y frases que los cristianos suelen usar no es prueba de que alguien le pertenezca a Jesús. No te dejes engañar por personas que dicen que conocen a Dios, pero enseñan cosas contrarias a lo que Dios dice. Esas son falsas enseñanzas. Compara todo lo que oigas con lo que la Biblia enseña y pídeles a los adultos cristianos de confianza que te ayuden.