Culpable

Leer: Salmo 130

«¿Dónde está Pipa?», se preguntó Mónica cuando llegó a casa, después de la escuela. «Ella siempre me recibe en la puerta». Entonces lo vio: un rastro de papel higiénico del baño hacia el pasillo.

—¡Oh, perrita malcriada! ¡Ven acá, Pipa! —una bola de pelos se escabulló bajo la cama de Mónica, con el rabo entre las piernas. La niña rio—. Sabes que eres culpable, ¿verdad? —le dijo mientras cargaba a su cachorrita y le acariciaba su pelaje—. Pero te amo de todas maneras y te perdono. Limpiemos este desastre.

Esa noche, a Mónica le costaba dormir. No podía olvidarse de algo malo que había hecho esa tarde. La niña dio vueltas en su cama al pensar una y otra vez en lo que pasó. «¿Por qué lo hice?», se preguntaba a sí misma. «Jesús debe estar tan enojado conmigo. ¡Quisiera poder esconderme!». Ella se tapó la cabeza con la cobija, pero eso no le ayudó. Mónica tiritó.

—¡Mamá! —gritó—. ¡Mamá!

La luz se encendió y Mónica parpadeó al destaparse la cabeza y ver la mirada preocupada de su madre.

—Oh, mamá —exclamó Mónica con los ojos bien abiertos—. ¡Parecía que Jesús estaba aquí!

—¿Por qué te asusta eso? —preguntó mamá—. Sabes que Jesús te ama y siempre está contigo.

La voz de la niña tembló.

—Bueno, yo… yo le robé dinero a Sarita. Estaba en su escritorio y…

—Y por eso tienes miedo —la madre abrazó a su hija—. ¿Recuerdas cómo Pipa trató de esconderse después de arrastrar el papel higiénico desde el baño hasta el pasillo?

Mónica asintió.

—Sí, pero no funcionó. Yo sabía dónde se había escondido y lo que había hecho. Ella también lo sabía. Me di cuenta de que estaba avergonzada y la perdoné.

—Bueno, muchas veces tratamos de hacer lo mismo con Dios —explicó mamá—. Cuando pecamos, la sensación de la presencia de Dios puede asustarnos y hacernos sentir avergonzadas. Pero nunca tenemos que escondernos de Dios con vergüenza, porque Jesús tomó la culpa y la vergüenza de nuestros pecados sobre Sí mismo cuando murió en la cruz. Cuando le confesamos nuestro pecado al Señor, Él nos perdona, así como perdonaste a Pipa.

—Le pediré ahora mismo que me perdone —indicó Mónica—. Y regresaré el dinero mañana.

Juntas, madre e hija inclinaron sus cabezas y oraron. Después Mónica se acurrucó bajo las cobijas y se quedó dormida en pocos minutos.

BARBARA J. WESTBERG

LA CONFESIÓN TRAE PERDÓN

VERSÍCULO CLAVE: 1 JUAN 1:9

SI CONFESAMOS NUESTROS PECADOS, ÉL ES FIEL Y JUSTO PARA PERDONARNOS.

¿Alguna vez has sentido miedo de Dios y has querido esconderte de Él? Eso usualmente significa que sabes que has hecho algo malo y sientes vergüenza. Pero no puedes esconder nada de Dios, ¡Él ya lo sabe todo y quiere perdonarte! Jesús pagó por todos tus pecados para que no tengas que esconderte. Cuéntale lo que hiciste y pídele perdón. Jesús te ama y quiere darte paz.

Clave de Hoy
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