¡Cuidado con Lulu!
A Marcia le encantaba mirar a Lulu, un cangrejo de agua dulce que tenía como mascota. Por la noche, Lulu salía de su hogar en el fondo de la pecera y empezaba a mover las piedras que la rodeaban. Parecía que siempre estaba cambiando las cosas.
A Lulu le gustaba algo más: escapar. Algunas mañanas Marcia se levantaba y encontraba a Lulu arrastrándose por el piso. La niña rápidamente la recogía y volvía a meter en la pecera.
Una mañana, mientras Marcia se alistaba para la escuela, se dio cuenta de que Lulu no estaba en su sitio. La buscó desesperada en toda su habitación, pero no podía encontrarla.
—¡Oh, no! ¿Dónde podrá estar Lulu? —balbuceó Marcia. La niña se asomó al pasillo—. ¡Cuidado con Lulu! —gritó.
La madre de la niña entró en la habitación.
—¿No está Lulu en algún lugar de aquí?
—¡Busqué por todos lados y no puedo encontrarla! —exclamó Marcia.
Unos minutos más tarde, su padre la llamó desde la cocina.
—¡Encontré a Lulu! —indicó. Marcia y su mamá corrieron a la cocina—. Se metió bajo el refrigerador. Yo lo muevo y tú puedes recoger a Lulu, hija —le dijo papá mientras empezaba a mover la nevera.
Marcia tomó a Lulu con cuidado y la llevó de prisa nuevamente a la pecera.
—Deja de escaparte de tu pecera, Lulu. ¿No sabes que te hace daño estar fuera del agua? ¿Y dónde encontrarías comida? —le regañó la niña.
La mascota simplemente se zambulló al fondo y se metió en su hogar.
—¿Sabes? El pequeño escape de Lulu me hizo pensar en una historia que Jesús contó en la Biblia —comentó papá durante el desayuno—. ¿Te fijaste en lo emocionados que estábamos cuando encontramos a Lulu y la pusimos a salvo en su pecera? Lulu es importante para nosotros porque es nuestra mascota. Imagina lo importantes que somos para Dios. La Biblia nos dice que todo el cielo se regocija cuando alguien se aleja del pecado y confía en Jesús. Eso es mucho amor.
—Dios en verdad se preocupa por todos —aseguró Marcia.
—Sin duda —acordó su madre.
Antes de irse a la escuela, Marcia miró la pecera. Lulu estaba ocupada moviendo las piedras otra vez. La niña sonrió. Estaba muy agradecida porque la encontraron, pero estaba mucho más agradecida por saber que Dios la amaba tanto.
LISA FULLER
ERES IMPORTANTE PARA DIOS
VERSÍCULO CLAVE: LUCAS 15:10
HAY GOZO EN LA PRESENCIA DE LOS ÁNGELES DE DIOS POR UN PECADOR QUE SE ARREPIENTE.
¿Has perdido algo importante para ti? Cuando lo encontraste, ¿cómo te sentiste? Seguramente te emocionaste mucho, ¿verdad? La Biblia nos dice que lo mismo le pasa a Dios. Dice que todo el cielo se regocija cuando una persona se arrepiente y se vuelve a Jesús. Somos importantes para Él. ¿Has confiado en Jesús para que te salve del pecado? Si no, hazlo hoy mismo, ¡y todo el cielo se regocijará! (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).
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