Contentamiento

—Cuando sea mayor, quiero tener un automóvil como ese —comentó Enrique mientras observaba un carro deportivo rojo que pasó a toda velocidad por la calle donde estaba la casa de sus abuelos.

—¿Sí? —preguntó su abuelo, quien estaba sentado en el columpio junto a la puerta de la casa.

El niño asintió.

—Voy a ser rico.

—¿Y eso te hará feliz? —preguntó el abuelo.

—Por supuesto que voy a ser feliz —aseguró Enrique—.  ¡Voy a ser rico!

Una camioneta vieja pasó traqueteando por la calle y el anciano la apuntó con el dedo.

—¿Crees que el hombre que conduce esa camioneta no es feliz?

Henry se quedó pensando por un momento.

—No lo sé.  Tal vez sí es feliz.

—¿Pero el hombre del carro deportivo es más feliz que él?  ¿Solo porque tiene un mejor automóvil?

—Bueno, lo más probable es que también tenga una casa más linda.

—Hum… —el abuelo se veía con dudas.

Enrique sabía que quería decir más, pero en ese momento la abuela salió al porche y les avisó que era hora de cenar.  Cuando se sentaron a la mesa, su abuelo oró y después estiró su brazo para detener a su nieto, antes que se sirviera unas patatas en su plato.

—Tú no quieres las papas —afirmó el abuelo.

Enrique bajó las cejas.

—¿Qué?

—No son la comida más cara de la mesa.  Deberías tomar el filete de carne.

—Pero me encantan las patatas —explicó Enrique mientras su abuelo le acercaba el plato con los filetes.

La abuela los miró a ambos.

—Creo que está tratando de enseñarte una lección.

—Oh —expresó Enrique—.  Creo que me gustan más las papas que los filetes, aunque no sean tan costosas.

—Serías feliz si solo tuvieras patatas para la cena —indicó el abuelo con una sonrisa—.  A veces la gente cree que las cosas caras traen más felicidad, pero eso no es verdad.  No necesitas un filete ni todo el dinero del mundo para ser feliz. O, si queremos usar una palabra bíblica, para tener contentamiento.  Dios nos dice que sin importar lo que tengamos en la vida, podemos estar contentos en Jesús, porque solo Él trae paz y gozo de verdad —el abuelo clavó su tenedor en el filete—.  ¡Conocer al Señor es mejor que los filetes o las papas!

Enrique se sirvió muchas patatas en su plato y sonrió.

—Creo que ya soy rico, porque tengo a Jesús.

BETHANY ACKER

VIVE CON CONTENTAMIENTO EN TODO TIEMPO

VERSÍCULO CLAVE: FILIPENSES 4:12-13 (NTV)

HE APRENDIDO EL SECRETO DE VIVIR EN CUALQUIER SITUACIÓN…  PUES TODO LO PUEDO HACER POR MEDIO DE CRISTO, QUIEN ME DA LAS FUERZAS.

¿Hay alguna cosa que quieras ahora mismo, como una bicicleta nueva o un videojuego, y sientes que, si lo tuvieras, eso te haría feliz?  ¿Crees que las personas ricas son más felices que quienes no tienen mucho?  La verdadera satisfacción en la vida está basada en a quién conoces, no en lo que posees.  Solo Jesús puede darte gozo y paz que perduran.  ¿Lo conoces como tu Salvador?  (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

Clave de Hoy
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