Común pero importante

—Quisiera cantar o actuar en la obra de Navidad —se quejó Angélica—. Sería lindo ser importante solo una vez, en lugar de solo planchar los vestuarios.

—Hija, tú eres importante —aseguró su madre mientras picaba las papas para la cena.

—¿Quieres que ponga la mesa? —ofreció Angélica, caminando hacia el armario—. ¿Podemos usar las copas lindas de cristal hoy? ¡Son tan hermosas!

—Claro que sí —afirmó mamá—. Pero ¿qué te parece si llevas estas galletas a la señora Arévalo? Ella no recibe muchas visitas, así que sería lindo si pudieras quedarte a conversas con ella un rato.

Cuando Angélica regresó a su casa, su familia estaba por sentarse a comer. Al deslizar su silla, vio las copas de cristal en cada puesto, pero no había platos.

—Demos gracias a Dios por nuestros alimentos —expresó su padre, así que la niña cerró rápidamente sus ojos.

Cuando papá dijo «amén», la madre sacó la bandeja con el guisado y se la pasó a Angélica.

—Sírvete —indicó mamá.

La niña sostuvo la bandeja, confundida.

—¿Por qué no tenemos platos? —ella miró a sus hermanitos menores—. Creo que ustedes pusieron la mesa.

—No, fui yo —declaró su madre—. Las copas son muy lindas, ¿por qué no las usamos para comer el guisado? Los platos se ven tan comunes y corrientes al lado de las copas.

Su padre guiñó el ojo y los hermanitos de Angélica se estaban aguantando la risa.

—¡Pero no podemos usar las copas para este tipo de comida! —protestó la niña.

—Tienes razón. Necesitamos diferente vajilla para los distintos alimentos —explicó mamá—. La vajilla no es igual porque cada plato y cada vaso tienen un propósito diferente. Lo mismo pasa en el Reino de Dios. Él usa a las personas con diferentes propósitos, a algunas para cantar, a otras para predicar, a otras para visitar a los ancianos y…

—Y a otras para planchar el vestuario, ¿verdad? —dijo Angélica, con una sonrisa traviesa.

Su madre asintió.

—Esa es otra manera en que el Señor nos usa a algunos. Algunas tareas parecen ser más glamorosas que otras, pero todas son igual de importantes. Cada uno de nosotros es especial para Jesús, y Él nos ha dado habilidades y tareas diferentes, para que todos podamos servirlo juntos y ayudar a que más personas conozcan sobre Él.

—Está bien, ya entendí —señaló Angélica—. Los platos comunes son muy importantes. Voy a traerlos —la niña sonrió—. Y después de la cena, ¡tengo un vestuario muy importante para planchar!

HAZEL W. MARETT

CUALQUIER COSA QUE HAGAS ES IMPORTANTE

VERSÍCULO CLAVE: 1 CORINTIOS 10:31

YA SEA QUE COMAN, QUE BEBAN, O QUE HAGAN CUALQUIER OTRA COSA, HÁGANLO TODO PARA LA GLORIA DE DIOS.

¿Te das cuenta de que todo lo que haces para Jesús es importante? La lectura bíblica de hoy subraya que, así como cada parte de tu cuerpo físico es importante, cada miembro del cuerpo de Cristo, es decir, cada cristiano es importante también. No cometas el error de pensar que lo que otra persona hace o incluso lo que tú hagas es más importante que la tarea de otro. Cuando servimos juntos a Jesús, Él utiliza cada tarea que realizamos para cumplir Sus propósitos.