Comprado de nuevo

—Hay un videojuego que quiero, pero no tengo suficiente dinero —le dijo Gonzalo a su amigo Tobías—. Quisiera pensar en alguna manera de ganarme un dinero extra.

—¿Por qué no me vendes las llantas de tu vieja bicicleta? —sugirió Tobías—. Te dije que quería comprarlas y mi papá me dijo que estaba bien.

—¡Es cierto! Lo había olvidado —indicó Gonzalo—. Mi papá también estuvo de acuerdo, ¡así que tenemos un trato!

Tobías le pagó a Gonzalo por las llantas y así Gonzalo compró su videojuego. Por un tiempo, los niños jugaban el juego casi todos los días. Cuando el clima se puso más caliente, los dos amigos ya no jugaban mucho adentro. Comenzaron a salir en sus bicicletas por el vecindario. Un día. Gonzalo pasó encima de una botella rota y se le cortó la llanta.

—¡Oh, no! —exclamó—. ¡Mi llanta quedó arruinada! ¿Qué voy a hacer ahora? —el niño frunció el ceño—. Creo que debí guardar esas llantas que te vendí.

—Bueno, solo usé una, así que te la puedo vender de vuelta —ofreció Tobías—. No la necesito.

—¿En serio? —preguntó Gonzalo—. ¡Genial!

Los niños fueron por la llanta y fueron a la casa de Gonzalo para ponérsela a la bicicleta.

—¿Qué pasó? —preguntó el padre de Gonzalo cuando llegó a la casa y vio que los niños estaban trabajando.

—Mi llanta se rompió, así que le compré otra vez esta a Tobías —explicó el niño.

Papá sonrió.

—La redimiste. Esa palabra se usa mucho en la Biblia, y lo que hiciste con la llanta de la bicicleta es un buen ejemplo de lo que significa. «Redimido» simplemente significa «comprado de nuevo».

—Pero… ¿por qué se usa esa palabra en la Biblia? —preguntó Tobías.

—Dios creó a las personas para que le pertenecieran a Él —explicó el padre—. Pero Satanás vino y las tentó para que pecaran, y ellos cayeron. Se alejaron de Dios y eligieron el mal. Así que todas las personas se convirtieron en pecadoras, esclavas de Satanás y del pecado. Pero cuando Jesús murió en la cruz por nosotros, Él pagó el precio para comprarnos de nuevo. Cuando confiamos en Él, ya no le pertenecemos a Satanás, sino a Dios.

Tobías sonrió al ver la llanta en la bicicleta de Gonzalo.

—Nunca me imaginé que tendría algo en común con una vieja llanta de bicicleta… ¡he sido redimido!

LENORA MCWHORTEN

JESÚS REDIME A LOS PECADORES

VERSÍCULO CLAVE: 1 PEDRO 1:18-19

USTEDES… FUERON REDIMIDOS DE SU VANA MANERA DE VIVIR HEREDADA DE SUS PADRES… CON SANGRE PRECIOSA, COMO DE UN CORDERO SIN TACHA Y SIN MANCHA: LA SANGRE DE CRISTO.

¿Has sido redimido? Jesús dijo que todos los que han pecado son esclavos del pecado (Juan 8:34). Él pagó un gran precio para comprarte de nuevo y sacarte de la esclavitud y liberarte del poder del pecado y de Satanás. Confía en Jesús como tu Salvador hoy mismo, y serás redimido y te convertirás en un hijo o hija de Dios. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).