Comida almacenada
Jasón observó cómo una ardilla se llenaba las mejillas de semillas de girasol en el comedero de aves. Después se bajó por el poste y salió corriendo. Unos momentos más tarde, regresó con su boca vacía. “¿Cómo pudo haberse comido tantas semillas tan rápido?”, le preguntó el niño a su padre.
“No está comiendo las semillas. Las está almacenando en su madriguera para el invierno”, explicó papá. “La madriguera que cavó tiene muchas cámaras donde se puede almacenar comida. Su hogar subterráneo también tiene un baño y un área para dormir”.
“Guau”, exclamó Jasón. “¡Pensó en todo! Quisiera encontrar dónde está su hogar”.
La próxima vez que la ardilla se alejó del comedero de aves, Jasón observó atentamente. El animalito dio brincos por el pasto y desapareció bajo un arbusto de lilas. Tuvo que buscar un poco, pero finalmente el niño encontró la entrada del hogar de la ardilla. Durante las semanas siguientes, la ardilla agregó más alimentos a su despensa, hasta que hubo una tormenta de nieve y el animal se quedó en su guarida.
“Al menos tiene bastante para comer”, aseguró Jasón. “Apuesto a que escondió comida a montones ahí abajo”.
“Espero que nosotros también tengamos guardada mucha comida”, comentó su padre.
“¿Por qué tenemos que guardar nuestra comida?”, preguntó el niño. “No tenemos que preocuparnos de que alguien la tome, ¿o sí?”
Papá rio. “La comida de la que estoy hablando no es la que pones en tu boca. Es el alimento que almacenas en tu corazón. Lo que guardemos ahí, nadie nos lo podrá quitar”.
Jasón arrugó las cejas, pensativo. “¿Estás hablando de la Biblia?”
Su padre asintió. “La Palabra de Dios es el alimento espiritual. Nos habla sobre el Pan de Vida, Jesús, quien alimenta nuestras almas hambrientas con Su amor y gracia. Nos recuerda que le pertenecemos a Dios y nos anima a apartarnos del pecado para confiar en Dios en toda situación. Cuando leemos la Biblia y atesoramos lo que esta dice sobre el amor de Dios y Sus promesas, almacenamos su verdad en nuestros corazones”.
Jasón sonrió. “Nuestro maestro en la iglesia nos está ayudando a aprender más sobre la Biblia este año”.
“¡Qué maravilloso!”, expresó papá. “Sigue así y serás como esa ardilla, preparado para todo lo que venga”. — DAVID J. BELLEAU
ALMACENA LA PALABRA DE DIOS EN TU CORAZÓN
VERSÍCULO CLAVE: SALMO 119:11
EN MI CORAZÓN HE ATESORADO TU PALABRA, PARA NO PECAR CONTRA Ti.
¿Estás almacenando la Palabra de Dios en tu corazón? La Biblia nos ofrece alimento espiritual que nutre nuestra fe. Nos dice lo que Jesús hizo para salvarnos y nos recuerda de Su amor y perdón. Nos enseña a resistir el pecado y a tomar buenas decisiones que muestran a los demás que seguimos a Jesús. Conoce a Jesús al leer Su Palabra. Atesora Su verdad en tu corazón. Entonces, al igual que la ardilla, estarás bien alimentado y listo para la vida.
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