Cantando en la lluvia

—¡Oh, no! ¡Parece que va a llover! —exclamó Reinaldo cuando levantó la mirada al cielo desde el porche de la cabaña donde su familia estaba pasando las vacaciones de Semana Santa.

—Lo más seguro es que llueva —indicó su madre—. Creo que será mejor posponer nuestro picnic en la playa para otro día.

—¡Pero quiero ir a nadar! —se quejó Reinaldo. Mientras hablaba, las gotas de lluvia empezaron a caer y el niño frunció el ceño—. Todo mi día está arruinado —refunfuñó.

Berta, la hermana de Reinaldo, se puso el dedo en los labios.

—Chist… escucha.

Desde la copa de un árbol salía una canción bellísima. Un pajarito estaba cantando en la lluvia.

—No me importa que ese ridículo pájaro esté cantando. ¡El día está arruinado! —respondió duramente Reinaldo—. ¿De qué sirve salir de vacaciones si no podemos hacer nada?

—¿Por qué no sacas uno de tus juegos, hijo? Podemos divertirnos a pesar de la lluvia —opinó papá.

—¿Divertirnos? ¡Sí, claro! —gruñó Reinaldo, pero de mala gana fue a traer un juego. Pocos minutos después, Berta, papá, mamá y él estaban ocupados, jugando y riendo. De repente, su padre miró el reloj.

—¿Pueden creer que ya casi es hora de la cena? ¿Qué les parece si asamos salchichas en la chimenea?

—Podemos tener un picnic aquí adentro, para cenar —sugirió mamá—. Prendamos el fuego y extendamos una sábana en el piso.

Mientras comían, Berta sonrió.

—Estoy es muy divertido, ¿verdad, Reinaldo?

—¡Es genial! —el niño puso un malvavisco dorado por el fuego entre dos galletas—. Todo el día estuvo tan divertido que hasta me olvidé de la lluvia. Estuve pensando que ese pajarito tenía toda la razón, después de todo. Perdón por enojarme tanto hace rato.

—Estás perdonado —expresó papá—. Es natural que nos sintamos decepcionados cuando los planes no nos salen como esperábamos. Pero la lluvia no evitó que disfrutemos nuestro tiempo juntos.

—Así es —afirmó mamá—. Tuvimos la bendición de pasar juntos este día lluvioso y eso nos trajo gozo. Es bueno recordarlo, cada vez que nos sintamos tristes o decepcionados en la vida. Aun cuando las cosas sean difíciles, Jesús está con nosotros y siempre podemos encontrar gozo en Su presencia. Ese pajarito es un excelente ejemplo para todos nosotros. Siempre hay una razón para cantar, incluso cuando llueve.

CAROLYN E. YOST

BUSCA RAZONES PARA CANTAR

VERSÍCULO CLAVE: FILIPENSES 4:4

REGOCÍJENSE EN EL SEÑOR SIEMPRE. OTRA VEZ LO DIRÉ: ¡REGOCÍJENSE!

¿Cantas en la lluvia? ¿Qué haces cuando llueve en tu vida, es decir, cuando las cosas no salen como tú quieres? Todos tenemos momentos de decepción y tristeza, pero no tenemos que pasarlos solos. Jesús te ama tanto que murió por ti y promete que siempre estará contigo. Cuando encuentras gozo en Su presencia y recuerdas todas las bendiciones que Él ha puesto en tu vida, siempre encontrarás razones para cantar.

Clave de Hoy
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