Cambio de colores

Ariana levantó la mirada cuando su madre cerró su libro de ciencias.

—¡Creo que es hora de hacer un experimento! —sugirió mamá.

Ariana siguió a su madre a la cocina, donde ella sacó uno de los claveles blancos del florero que estaba encima de la mesa de la cocina.

—¿Cuál es el experimento? —preguntó la niña.

—¿Qué aprendimos hoy en la clase de ciencias?

—Hablamos de cómo las plantas absorben agua a través de un proceso llamado acción capilar —explicó Ariana.

—¡Correcto! Así que ahora veremos ese proceso en acción —mamá le entregó la flor a su hija.

Siguiendo las direcciones de su madre, Ariana cortó el tallo diagonalmente. Entonces llenó un frasco de vidrio con agua y agregó diez gotas de colorante para alimentos de color rojo. La niña puso la flor en el agua.

—¿Y ahora qué?

—Ahora esperamos —dijo mamá.

Ariana observó el clavel por algunos minutos, pero se fue al ver que no pasó nada inmediatamente. Ella se olvidó de la flor hasta que bajó a desayunar al día siguiente. Ahí, sobre la mesa, estaba el clavel. Pero el clavel ya no era blanco. Ahora un color rosado adornaba los bordes de los pétalos. Cuando Ariana lo volvió a ver a la hora de la cena, el color estaba aun más fuerte. La niña revisó la flor cada día por una semana, y fue observando que el color rojo se volvía más definido.

—Bueno, ¿qué piensas? —le preguntó su madre al final de la semana.

—¡Fue genial ver cómo la flor cambiaba de color! Si no hubiera sabido que el clavel comenzó siendo blanco, ¡nunca hubiera adivinado que el color original no era rojo! —exclamó Ariana—. La planta absorbió el agua y la cambió de adentro hacia afuera, por eso se hizo roja. Eso me recuerda de algo que aprendí en el club de Biblia esta semana.

—¿Qué aprendiste? —preguntó mamá.

—Bueno, la señora Donoso nos dijo que, como cristianos, Jesús vive en nosotros. Cuando Su Espíritu trabajo en nuestros corazones, empezamos a cambiar de adentro hacia afuera, al igual que el clavel. Con el tiempo, los demás pueden ver la diferencia cada vez más, al seguir a Jesús y demostrar Su amor a otros, así como pude ver que el color rojo se iba haciendo cada vez más brillante con el tiempo.

—¡Me alegra que estés poniendo atención en el club de Biblia y en mis clases de ciencias! —mamá sonrió—. Tal vez la próxima vez vas a tener que ser mi maestra.

OLIVIA SUMMERS

DEJA QUE JESÚS SE MUESTRE A TRAVÉS DE TI

VERSÍCULO CLAVE: MATEO 5:16

ASÍ BRILLE LA LUZ DE USTEDES DELANTE DE LOS HOMBRES, PARA QUE VEAN SUS BUENAS ACCIONES Y GLORIFIQUEN A SU PADRE QUE ESTÁ EN LOS CIELOS.

¿Las demás personas pueden ver a Jesús en ti? Si eres cristiano, el Espíritu Santo vive en tu interior y está trabajando en tu corazón para hacerte más como Jesús. Hoy elige permitir que los demás vean Su amor en tus palabras, acciones y tu vida. Y si no eres cristiano, confía en Jesús como tu Salvador y observa cómo Él te cambia de adentro hacia afuera. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).