Cambiemos
“¡Oye, ¿qué haces con esa ramita?”, preguntó Noé, señalando una plantita que estaba dentro del balde que su amigo Tulio sostenía en su mano.
“Es un árbol de manzanas”, respondió Tulio.
“¿En serio? Parece un palo muerto”. Noé hizo un gesto negativo con la cabeza y cambió de tema. “Voy a probar mi nueva patineta con esas rampas en el parque”, comentó, sosteniendo una patineta desgastada. “Bueno, no es exactamente nueva, pero es nueva para mí. ¿Quieres venir?”
“Ojalá pudiera”, señaló Tulio, “pero tengo que ir a sembrar este árbol. Mi tío me lo dio y me dijo que lo plantara en seguida”.
Noé miró la ramita en el balde de Tulio. “¿En serio es un árbol de manzanas? ¿En cuánto tiempo dará manzanas?”
“En muchos años”, comentó Tulio con un suspiro. El niño miró la patineta de Noé. “¿Dónde conseguiste tu patineta?”
“Mi mamá la compró en una venta de garaje”, indicó Noé. “¿Quieres que cambiemos? “
Los ojos de Tulio se abrieron por la sorpresa. “¿Quieres decir que cambie tu patineta por este arbolito de manzanas tan chiquito?”
Noé le ofreció la patineta. “Pruébame y verás”.
Tulio rápidamente estiró la mano y tomó la patineta. “¡Qué bien!”, expresó al entregarle el balde a Noé. Entonces Noé se dirigió a casa con el arbolito y Tulio fue al parque.
Cuando Noé llegó a casa, le mostró a su mamá el árbol en el balde. “Cambié mi patineta por esto. No te molesta, ¿verdad?”
“No me molesta”, aseguró su madre, “pero los padres de Tulio podrían molestarse, así que todavía no siembres el arbolito. Primero debemos ver si ellos lo quieren”. Ella sonrió a su hijo. “Hiciste un buen cambio. Entregaste un poco de diversión momentánea por mucho fruto en el futuro. Eso me recuerda a Moisés, en la Biblia. Él decidió renunciar a los placeres temporales del pecado para obedecer a Dios y guiar a los israelitas a la tierra prometida. Nosotros hacemos lo mismo cuando decidimos seguir a Jesús”.
“¿Sí?”, preguntó Noé.
Su madre asintió. “Cuando ponemos nuestra confianza en Jesús, Él nos da vida eterna y produce cosas buenas en nosotros. Las cosas que este mundo nos ofrece no son duraderas, pero el fruto que Jesús hace crecer en nuestras vidas dura para siempre”. — BARBARA J. WESTBERG
CONOCER A JESÚS DURA PARA SIEMPRE
VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 11:25
ESCOGIENDO MÁS BIEN SER MALTRATADO CON EL PUEBLO DE DIOS, QUE GOZAR DE LOS PLACERES TEMPORALES DEL PECADO.
¿Te estás enfocando totalmente en las cosas de este mundo, como tener cosas de moda o hacer actividades divertidas? ¿Quizá incluso cosas que están mal? Eso podría parecer divertido por un tiempo, pero no duran mucho tiempo, y el pecado siempre termina haciéndote daño. Jesús es el único que puede traer un bien duradero a tu vida. ¡Confía en Él y disfruta la vida eterna con Él para siempre! (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).
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