Bloque de madera

Soren salió en silencio al porche de la puerta trasera de la casa, donde su abuelo estaba disfrutando la luz del sol. El niño observó cómo el abuelo comenzó a moldear con la navaja el bigote del vaquero de madera que tenía en sus manos.

—¿Estás tallando otra vez, abuelito? —preguntó Soren.

El abuelo levantó la mirada y sonrió.

—Qué bueno verte, hijo. Siéntate y cuéntame sobre tu día.

Soren frunció el ceño y se dejó caer en una silla plegable.

—En la escuela me fue bien, creo. Las matemáticas son raras. No entiendo esto de la geometría que nos está tratando de enseñar la señora Tello. Ella sigue tratando de explicarlo, pero es difícil poner atención porque a veces me distraigo.

—¿Te pones a pensar en el tratamiento que está pasando tu mamá? —preguntó el abuelo.

Soren asintió.

—Y Jasper me contó hoy que se va a mudar porque su papá consiguió un nuevo trabajo. Ya no podremos seguir jugando juntos. Él vivirá muy lejos —el niño puso su quinada en sus manos y frunció el ceño—. Parecería que todo está saliendo mal al mismo tiempo.

El abuelo se rascó lentamente la quijada y miró la figura de madera que tenía en su mano.

—Soren, cuando yo decido tallar algo, ¿con qué empiezo?

—Con un bloque de madera —respondió Soren.

—¡Correcto! Debo cortarlo, lijarlo y tallarlo para convertirlo en un vaquero, en un ave o en cualquier cosa que quisiera que fuera —el abuelo sopló pequeños residuos de vadera de la cara del vaquero.

—Eso es lo que Dios está haciendo contigo, hijito. Así como trabajo duro para tallar los detalles en una figura, para que se vea bien, Dios te está moldeando para que te conviertas en la persona que Él quiere que seas, y el Señor incluso utiliza las dificultades que afrontas en la vida para hacerlo. Sé que estás pasando por tiempos muy difíciles, pero Dios puede usarlos para enseñarte sobre la paciencia, la confianza y otras cosas que te ayudarán a crecer en tu relación con Jesús. Él te ama y promete que estará contigo toda tu vida, incluso en los momentos difíciles.

El abuelo labró un par de líneas más en el bigote del vaquero y se lo entregó a su nieto.

—Lo terminé. Es todo tuyo.

Soren lentamente pasó sus dedos por la delicada cara de madera del vaquero yy sonrió.

MIKE DIZE

DEJA QUE DIOS TE MOLDEE

VERSÍCULO CLAVE: ISAÍAS 64:8 (NVI)

NOSOTROS SOMOS EL BARRO Y TÚ EL ALFARERO. TODOS SOMOS OBRA DE TU MANO.

¿Estás afrontando muchos problemas en este momento? Quizá tengas problemas en la escuela o alguien que amas está enfermo. Lidiar con los problemas nunca es fácil, pero Jesús promete que estará contigo y puede usar esas cosas para ayudarte a aprender a confiar en Él y a crecer en tu fe. Recuerda que el Señor está contigo en las situaciones difíciles; confía en Dios para que te ayude a crecer en tu relación con Él.

Clave de Hoy
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