Besitos de perro
“¡No, Timber!”, exclamó Silas mientras se limpiaba la mejilla. “¡Me estás dejando todo mojado!”
“Te está dando besitos de perro”, comentó mamá con una sonrisa.
El hermano de Silas, Lázaro, rio. “Déjame cargarlo, Silas. ¡Yo también quiero besitos de perro!”
En las semanas que siguieron, los niños disfrutaron de su nuevo cachorro. Jugaron con él y lo entrenaron para que los obedeciera. El perrito aprendió rápidamente y en poco tiempo sabía varios trucos.
“Mira esto, mamá”, gritó Silas mientras lanzaba un juguete chillón. Timber salió hecho una flecha y lo trajo de regreso. El niño estiró su mano para recibir el juguete, pero el cachorro se aferró a él. “Suéltalo”, ordenó Silas, y el perrito dejó ir el juguete. El niño volvió a aventarlo y Timber salió corriendo para traerlo.
Silas miró a su mamá. “¿Viste qué bien obedece? Eso nos demuestra que nos ama”, aseguró mientras el cachorrito traía de regreso la pelota y la dejaba caer a sus pies. El niño rio cuando Timber comenzó a darle más besitos de perro.
Cuando era su turno de alimentar al perrito, Lázaro llenó su plato. “A ver, Timber, toma tu comida”, indicó.
El cachorro vino corriendo como un rayo y empezó a comer. Hizo una pausa para ver si los niños seguían ahí y después devoró rápidamente su comida.
Cuando Timber terminó de comer, corrió hacia Silas y lamió su mano. Luego corrió hacia Lázaro e hizo lo mismo. El niño rio. “Esta es su forma de dar las gracias y de decirnos que nos ama”.
La madre asintió. “Hay otra manera en la que Timber demuestra que los ama”, señaló. “Silas, ya lo mencionaste hace un rato”.
“¿Yo?” El niño hizo una pausa para pensar. Recordó la conversación anterior. “Oh, recuerdo que dije que demuestra que nos ama al escuchar y obedecer cuando le pido que haga alguna cosa”.
“Así es”, afirmó mamá. “Timber es un buen ejemplo para nosotros. Él nos ama por todo lo que hacemos por él y nos demuestra cómo se siente al darnos besitos de perro y obedecernos. Como cristianos, tanto nuestras bocas como nuestras acciones deberían demostrar nuestro amor por Jesús. Él ha hecho tanto por nosotros y debemos decir que Lo amamos y también demostrarlo, cuando lo obedecemos”. — BERTHA E. LAIRD
DI Y DEMUESTRA QUE AMAS A JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: JUAN 14:23 (NTV)
Jesús contestó: “Todos los que me aman harán lo que yo diga”.
¿Amas a Jesús? Él te salvó del pecado y te ha dado una nueva vida, como uno de Sus hijos. Puedes utilizar tu boca para alabar a Jesús, darle gracias y decirle que Lo amas. Pero a veces la gente dice una cosa y sus acciones dicen otra. Esa es la razón por la que es importante que también demuestres tu amor por medio de las cosas que haces. Dile a Jesús que Lo amas y demuéstralo por medio de tu obediencia.
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