Bellas flores
Raquel estaba trabajando en el jardín con su abuela cuando se encendió su teléfono. La niña soltó la pala y se sacó los guantes verdes. Cruzó los dedos mientras sacaba su teléfono y leía el mensaje de texto. Luego sus hombros decayeron.
“¿Malas noticias?”, preguntó la abuela.
“Sí”. Raquel suspiró. “Karen obtuvo el papel principal en el musical y solo tengo una parte muy pequeña”.
“¿Por qué estás decepcionada?”, preguntó la abuela.
“Porque solo soy un personaje de reparto. No soy importante”.
“¿Estás segura de eso?”, inquirió la abuela. “Recuerda lo que dicen: ‘No hay papeles pequeños, solo actores pequeños’. Cada parte es importante y es tarea del actor asegurarse de que ese personaje brille”.
“Sí, supongo”. Raquel no parecía convencida.
Su abuela arrugó las cejas y analizó el jardín. Sus ojos se iluminaron al descansar en los girasoles y las rosas. Miró a su nieta, que estaba ensimismada en su teléfono.
“Raquel, ¿crees que los girasoles son bonitos?” La niña levantó la vista y asintió. “¿Crees que las rosas son hermosas?” Raquel asintió otra vez. “Dios cree lo mismo, por supuesto, ¡Él creó tanto las rosas como los girasoles! Sin embargo, son completamente diferentes. Las rosas son más pequeñas que los girasoles, pero ambas flores son preciosas”.
La abuela apuntó un racimo de rosas rojas. “Si las rosas decidieran marchitarse porque no son tan grandes como los girasoles, entonces el mundo se perdería de la belleza que traen. Tienes una decisión, Raquel. Puedes salir al escenario y glorificar a Dios con la oportunidad que Él te ha dado o puedes enfurruñarte y perder una muy buena oportunidad”.
Raquel miró las rosas y suspiró. “Esto me recuerda de algo que dijo el pastor de jóvenes en la iglesia: que podemos glorificar a Dios en las cosas grandes y pequeñas y, puesto que le pertenecemos a Jesús, le damos gloria en todo lo que hacemos”. La niña metió el celular en su bolsillo. “Bueno, abuelita, si me lo permites, seré una bella rosa. ¡Pero primero tengo que ir a casa de Karen para felicitarla por ser un girasol!” — ELIZABETH MOELLER
GLORIFICA A DIOS EN TODO
VERSÍCULO CLAVE: 1 CORINTIOS 10:31
YA SEA QUE COMAN, QUE BEBAN, O QUE HAGAN CUALQUIER OTRA COSA, HÁGANLO TODO PARA LA GLORIA DE DIOS.
¿Sabías que, si crees en Cristo, puedes darle gloria a Dios en todo lo que hagas? Él nos da a todos oportunidades grandes y pequeñas para glorificarlo y compartir nuestra belleza única con los demás. Aprovecha al máximo cada oportunidad que Dios te dé, sin importar su tamaño. ¿Cómo puedes glorificar hoy a Dios?
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