Amigos de Dios
“¿Sabían que solo existen tres clases de personas en este mundo?”, le preguntó Caterina a su maestro de escuela dominical.
“¿Y cuáles son?”, preguntó el señor Ricardo.
“Los que pueden contar y los que no”, contestó Caterina con una sonrisa.
El señor Ricardo vaciló un momento y después soltó una carcajada.
“No entiendo. ¿Por qué es tan gracioso?”, preguntó Vicente, uno de los niños de la clase.
“Dije tres clases de personas”, respondió Caterina, “pero solo mencioné dos, los que pueden contar y los que no. Así obviamente yo soy de las que no pueden contar. ¿Entendiste?” Vicente y otros niños más se unieron a las risas.
“Podríamos decir que solo hay dos clases de personas, y no sería un chiste”, opinó el señor Ricardo. “Hay personas que son amigos de Dios y otros que no”.
La clase se quedó en silencio por un momento. Entonces Caterina asintió. “Yo confío en Jesús como mi Salvador, entonces soy amiga de Dios, ¿verdad?”
“Yo también”, afirmó Gedeón, y la mayoría de los demás miembros de la clase asintió.
El señor Ricardo sonrió. “Muy bien. ¿Están creciendo en su amistad con Dios? ¿Los demás niños pueden ver que Jesús es su amigo?”
Vicente se encogió de hombros. “¿Cómo podrían darse cuenta?”, preguntó.
“Piensen en los niños de su escuela”, explicó el señor Ricardo. “¿Cómo puedes darte cuenta de cuáles son amigos?”
Caterina recordó que vio unas niñas que saltaban la cuerda, unos niños que jugaban a la pelota y grupos de otros estudiantes que platicaban y reían juntos. “Eso es fácil”, aseguró. “Pasan tiempo juntos”.
El señor Ricardo asintió. “Así crecen las amistades, cuando pasan tiempo juntos. Ustedes han hecho el compromiso de ser amigos de Dios cuando pusieron su fe en Jesús. Ahora tienen que crecer en esa amistad pasando tiempo con Él. Pueden hacerlo al dejar que Él los hable mientras leen y estudian Su Palabra, la Biblia. Y conversan con Él mediante la oración”.
“Pero todavía no veo cómo los demás niños podrían darse cuenta de que Dios es nuestro amigo”, expresó Gedeón.
“No sean tímidos ni se avergüencen de que los demás vean que son amigos de Jesús”, contestó el señor Ricardo. “Mientras crece su amistad con Él, tratarán a otras personas con más amor. Sus decisiones reflejarán Su amor y demostrarán que son amigos de Dios”. — ALICE KLOPSTRA
CRECE EN TU AMISTAD CON JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: JUAN 15:14
USTEDES SON MIS AMIGOS SI HACEN LO QUE YO LES MANDO.
¿Estás creciendo en tu amistad con Jesús? Él dice que Sus amigos siguen Sus mandamientos, y Su mayor mandamiento es que amemos a otros como Él nos ama. Pasa tiempo con Dios para que puedas conocerlo mejor. Tu amistad con Jesús influirá las cosas que valoras y la forma en que tratas a los demás. Permite que tu vida refleje el hecho que eres un amigo de Dios.
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