Acertijos en un día lluvioso

Estaba lloviendo y Dante estaba aburrido.

—Abuelito, este clima arruinó nuestra salida para ir a pescar —se quejó—. ¿Qué puedo hacer ahora?

El abuelo se acomodó en su mecedora.

—¿Conoces algunos buenos acertijos? —le preguntó. Dante se quedó pensando por un minuto—. ¿Qué es blanco y negro y rojo por todos lados?

El abuelo chasqueó los dedos.

—Un periódico —respondió.

—No —el niño sonrió—. ¡Una cebra avergonzada! —el anciano rio—. Me sé otro —dijo Dante—. ¿Qué le pasa a un zapato azul que es arrojado en el Mar Rojo?

—Bueno, creo que azul y rojo se mezclan y forman el morado —indicó el abuelo—. Así que, ¿supongo que el zapato se vuelve morado?

Dante negó con la cabeza.

—No, se moja —ambos rieron y después el niño preguntó—: ¿Conoces algún acertijo, abuelito?

—A ver, veamos —el abuelo metió la mano en el bolsillo, la sacó y estiró su brazo con el puño cerrado—. En mi mano hay algo que nadie en la tierra ha visto jamás —declaró—. El granjero que lo cultivó, el comerciante que lo vendió, tu abuela que lo compró… ninguno de ellos lo ha visto. Lo tengo en mi mano, pero tampoco lo he visto nunca.

—¡Eso no puede ser posible! —aseguró Dante—. Déjame verlo —el abuelo abrió su mano—. ¡Es un maní! —exclamó el niño—. Muchas personas han visto un maní.

—Muchas personas han visto este maní con su cáscara, pero ¿quién ha visto al maní que está dentro de la cáscara? —preguntó el abuelo. Dante no había pensado en eso—. Pero sí hay una persona que sabe exactamente cómo se ve este maní —afirmó el abuelo—. ¿Sabes quién es, hijo?

—¡Dios! —contestó Dante—. Él sabe todo, ¿verdad?

El abuelo asintió.

—No lo dudes, incluso sabe lo que sientes y piensas. Dios te ama y Su amor es muy especial porque Él te conoce tan bien. Jesús entiende todo lo que te pasa porque Él experimentó las mismas cosas que nosotros cuando se hizo humano para salvarnos. El Señor siempre sabe exactamente lo que necesitas.

—Él sabe que necesitaba un acertijo para reír en un día lluvioso como este —comentó Dante. Entonces miró el maní—. Y también sabe que tengo hambre.

El abuelo rio y le lanzó el maní.

—¡Creo que llegó el momento de abrir esa cáscara para que finalmente podamos ver al maní que está dentro!

MARILYN J. SENTERFITT

DIOS SABE TODO ACERCA DE TI

VERSÍCULO CLAVE: MATEO 10:30

Y HASTA LOS CABELLOS DE LA CABEZA DE USTEDES ESTÁN TODOS CONTADOS.

¿Alguna vez te has sentido solo o decepcionado? ¿Piensas que nadie te entiende? Jesús sí te entiende. Él te conoce mejor que nadie. Incluso sabe cuántos cabellos hay en tu cabeza. Él comparte contigo tus momentos felices y también siente tu dolor y tu soledad. Al Señor le importa cuando algo te duele. Siempre puedes contar con Él. Jesús siempre estará ahí para ti.