Acercarse
Sara y su madre salieron de la iglesia y se fueron a almorzar a la granja de sus tíos Daniel y Susana. ¡Sara se moría por conocer las nuevas cabras enanas de su primo!
En el camino, mamá le preguntó a la niña qué había aprendido en su clase de escuela dominical esa mañana.
—Hablamos de la adoración —le contó Sara—. La señora Toledo nos enseñó que Dios nos creó para adorarle. Adoramos cuando vamos a la iglesia, ¿verdad?
Antes que su madre pudiera responder, llegaron a la granja. El primo de Sara, Camilo, corrió al automóvil.
—¡Ven a conocer a Max y a Mavis! —el niño tomó la mano de su prima y la llevó a un lugar cercado junto al granero—. Siéntate sin moverte y tal vez se acerquen —le indicó Camilo, sentándose junto a la niña en el pasto.
Los dos cabritos brincaron en el aire, corrieron por el jardín y chocaron sus cabezas en una batalla de juego. Al principio ignoraron a los primos, pero finalmente Mavis se acercó lo suficiente para que Sara pudiera acariciar su lomo. Después la cabra se fue para treparse en una plataforma de madera.
—Son tan lindas —le dijo Sara a Camilo.
—Sí —afirmó el niño—. Me encanta cuando se acercan y dejan que los acaricie. ¡Solo quisiera que lo hagan más a menudo! —él sonrió—. ¿Acaso no saben que yo los alimento, lleno su plato de agua y limpio sus desechos?
Los primos rieron. Camilo sonaba como un padre.
Cuando iban de regreso a su casa, la madre de Sara retomó el tema de la adoración.
—Creo que Dios se siente lo mismo que Camilo con sus cabritos —comentó.
—¿A qué te refieres? —preguntó la niña.
—Camilo cuida de sus cabras. Se asegura de que tengan todo lo que necesitan y le encanta cuando se acercan a él. Algo parecido pasa con nosotros, los cristianos. Somos los hijos de Dios. El Señor nos ama y provee para nosotros, y quiere que disfrutemos al estar en Su presencia todos los días.
—Supongo que adorar a Dios solo el domingo es como cuando Mavis solo me dejó que la acariciara por dos segundos —opinó Sara.
Mamá asintió.
—La adoración es algo que hacemos en la iglesia, pero también podemos adorar cada vez que estamos conscientes del amor y la presencia de Jesús, con un deseo de servirle. Ahí es donde encontramos el gozo verdadero.
—Tal vez podríamos leer la Biblia hoy antes de dormir —sugirió Sara.
Su madre estuvo de acuerdo.
—¡Esa es una excelente manera de pasar tiempo con Dios!
BONNIE CARR
DISFRUTA LA PRESENCIA DE DIOS
VERSÍCULO CLAVE: SANTIAGO 4:8
ACÉRQUENSE A DIOS, Y ÉL SE ACERCARÁ A USTEDES.
¿Sabías que Dios quiere pasar tiempo contigo? Orar, leer la Biblia, hablar de Dios con tu familia y amigos, todas estas cosas son algunas maneras en las que puedes pasar tiempo en la presencia de Jesús. Como cristianos, tenemos una relación con Jesús y eso significa que podemos conversar con Él, servirle y adorarle todos los días. Acércate a Él y disfruta de pasar tiempo en Su amorosa presencia.
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