Llenos de cosas buenas
“¡Buenos días, Teresa!”, saludó su mamá mientras sacaba una lata de jugo de naranja del congelador y lo ponía en agua caliente. “¿Puedo hacerte alguna cosa?”
En una mañana normal de sábado, Teresa habría dicho: “¡Panqueques, por favor!” Pero hoy bajó la cabeza, sintiéndose miserable, con la quijada apoyada en sus manos.
“¿Mamá?”, preguntó. “¿Qué pasa si no puedo dejar de pensar en algo malo… si hay algo que no me sale de la cabeza?”
“Bueno”, contestó su madre, “supongo que dependería de qué es lo que tienes pegado en la cabeza”.
“Anoche soñé que nuestra casa se estaba incendiando. Pensé que tú, el abuelo y la abuela se estaban quemando y yo no podía salir. ¡Casi podía sentir el fuego!” Teresa se encogió de hombros. “Y ahora no puedo sacarme esa imagen de la cabeza”.
Mamá se quedó pensativa. “Creo que lo que necesitas es jugo de naranja”.
“¿Jugo de naranja?”, preguntó Teresa, sorprendida. La niña observó con curiosidad a su madre, quien dio un brinco, tomó una jarra vacía y la lata de jugo de naranja, para luego sentarse otra vez.
“¿Qué ves aquí?”, preguntó, sosteniendo la jarra.
“Nada”, respondió Teresa.
“¿En serio? ¿No hay nada, absolutamente nada?”
“Nada, solo aire”, agregó Teresa, confundida.
“¡Exactamente! ¡Ahí hay aire! Digamos que queremos sacar el aire de la jarra. ¿Qué es lo que debemos hacer?”
“No lo sé”, señaló Teresa. “¿Aspirar el aire?”
La madre rio. “Eso podría funcionar por un par de segundos. Pero ¿qué tal si quisiéramos que el aire se quede afuera?” Mamá dio golpecitos en la lata de jugo de naranja.
“Podríamos… llenarle con el jugo”, dijo Teresa.
“¡Correcto! Cuando hay jugo de naranja en la jarra, no queda espacio para el aire. Nuestras mentes funcionan del mismo modo. Los buenos pensamientos empujan a los malos pensamientos para que salgan. Esa es la razón por la que la Biblia nos dice que pensemos en las cosas que son verdaderas, puras y admirables… como el hecho que Jesús nos salvó y promete cuidar de nosotras”.
Teresa sonrió. “¿Podemos sacar el aire de la jarra ahora mismo? ¡Tengo sed!”
“¡Claro!”, afirmó mamá. “Tomemos un jugo… ¡oh, no! ¡Dejé abierta la llave del agua!”
Teresa rio. “¡Bien hecho, mamá! ¡Llenaste todo el lavabo de cosas buenas!” – HANNAH SPULER
PIENSA EN COSAS BUENAS
VERSÍCULO CLAVE: FILIPENSES 4:8 (NTV)
CONCÉNTRENSE EN TODO LO QUE ES VERDADERO, TODO LO HONORABLE, TODO LO JUSTO, TODO LO PURO, TODO LO BELLO Y TODO LO ADMIRABLE.
¿Alguna vez has tenido malos pensamientos que se quedan pegados en tu cabeza? La Biblia dice que debemos pensar en las cosas que son verdaderas, puras y admirables. ¿Puedes pensar en algo que sea verdadero acerca de Dios? ¿Hay algo bueno que Él haya hecho en tu vida? Pídele a Jesús que te recuerde quién es Él y todo lo que ha hecho por ti la próxima vez que estés perturbado, ¡y lo verás obrar!
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