Regalos bonitos
“¡Guau!”, exclamó Dolores cuando vio la montaña de cosas que su mamá había puesto en la mesa. “¿Eso es todo lo que Graciela recibirá por su cumpleaños?”
La madre asintió. “La abuela trajo algunas de estas cosas. Encontró muchos artículos de oferta, así que tu sobrinita probablemente reciba más de lo que necesita. Le ofrecía a tu abuelita que empacaría sus regalos”.
Dolores se sentó junto a su padre. “¿Te puedo ayudar?”
“Claro que sí”, contestó mamá.
Dolores eligió una muñeca con un vestido rosado. La envolvió con un papel morado brillante y ató el paquete con una cinta plateada. “¡Ya está! Se mira muy bonito, ¿verdad? Pero ¿sabes qué es lo que más me gusta de los regalos?”
“¿Qué?”, preguntó su madre.
“Lo que hay adentro”, indicó Dolores. “Esa es la mejor parte de un presente”.
“Estoy de acuerdo”, afirmó mamá con una expresión pensativa en su rostro”.
“Los regalos también se conocen como presentes y son algo interesante. Son una expresión de entregar, de la generosidad”.
Dolores pensó por un momento. “Entonces, cuando doy un regalo o presente, estoy entregando algo”.
La madre hizo un gesto afirmativo. “Esto me hace pensar en un versículo de la Biblia, uno que dice que nos entreguemos y nos presentemos a Dios”.
Dolores tomó más papel de regalo. “Si hacemos eso, ¿nos entregamos como regalos para Él?”, preguntó. “Y si nuestras vidas son un presente, tenemos que asegurarnos de que estén llenas de cosas buenas, ¿verdad?”
“Bueno, de hecho, no tenemos nada bueno en nosotros mismos para ofrecer a Dios”, comentó mamá. “Recibimos la salvación por la gracia de Dios cuando ponemos nuestra fe en Jesús. Cuando Dios nos mira, ve la bondad de Cristo, no la nuestra”.
“Pero la Biblia nos dice que hagamos buenas obras después de que somos salvas, ¿verdad?”, preguntó Dolores.
“Así es”, indicó su madre. “Cuando confiamos en Jesús, Él nos da Su Espíritu para que podamos vivir como Dios quiere y para que lo sirvamos”.
Dolores sostuvo el presente que acababa de envolver. “Entonces, no es suficiente una linda apariencia por fuera, como si estuviéramos empacadas con un bonito papel. Cuando nos entregamos a Jesús, Él nos hace buenos por dentro. Ese es el tipo de regalo que Dios desea”.
“Correcto”, dijo su mamá. “Lo que cuenta es lo que hay adentro”. – EUNICE C. MATCHETT
JESÚS TE HACE UNA BUENA PERSONA
VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 12:1
PRESENTEN SUS CUERPOS COMO SACRIFICIO VIVO Y SANTO, ACEPTABLE A DIOS.
¿Te ha hecho Jesús una buena persona por dentro? ¿O estás tratando de verte bien por fuera con tu propio esfuerzo? No tienes nada bueno en ti mismo, pero cuando confías en Jesús como tu Salvador, Él te otorga Su bondad y te convierte en un regalo que verdaderamente es agradable para Dios. (Haz clic aquí para que conozcas más acerca de las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).
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