Espinas y frambuesas
“¡Qué desastre!”, exclamó Keyla cuando entró con sus padres a la sala de la abuela. “¡Es terrible!” Hubo un incendio en la casa de la abuela y tres habitaciones fueron afectadas por el humo y las llamas. Los padres de Keyla habían llegado para limpiar y para ver si había alguna cosa rescatable.
“Mamá, ¿por qué Dios permite que algo así le pase a una persona cristiana?”, preguntó Keyla mientras trabajaban. “No entiendo”.
“Los problemas son parte de la vida para todos”, comentó su madre. “La gran diferencia es que los cristianos tienen Alguien a quién acudir para pedir ayuda”.
“¡Pero la abuela perdió tantas cosas!”, dijo Keyla, llorando. “¡Esto es demasiado!” La niña miró a su hermanita, que le estaba halando el brazo. “Mamá, ¿puedo ir con Gabi afuera?”
“Claro”, contestó la madre. “Me parece que a las dos les haría bien un descanso”.
Las niñas salieron, pero regresaron en pocos minutos. La pequeña Gabi estiró sus brazos y gimió: “¡Mami! ¡Me duelen mis manos!”
“Estábamos recogiendo frambuesas y sus manos se arañaron en el arbusto”, explicó Keyla.
“Sí”, expresó Gabi entre lágrimas. “¡Arbusto malo!”
“El arbusto no es malo”, señaló Keyla mientras su mamá limpiaba las manos de Gabi. “¿Recuerdas las deliciosas frambuesas que nos dio?”
La madre abrazó a Gabi. “Tu hermana tiene razón”, dijo sonriendo a Keyla. “¿Sabes, Keyla? A veces pensamos como Gabi cuando algo malo nos pasa”.
Keyla levantó la mirada. “¿A qué te refieres?”
“Cuando el arbusto de frambuesas arañó a Gabi, ella olvidó rápidamente que también tiene algo bueno”, dijo mamá. “Muchas veces pensamos así cuando algo en la vida nos duele”.
“O sea, como el incendio en la casa de la abuela”, murmuró Keyla en voz baja y suspiró. “Tienes razón. ¡No le veo nada de bueno!”
“Lo sé, pero Dios dice que Él usa todo en la vida de un cristiano para bien”, respondió su madre. “Aun las cosas malas que no entendemos. Pero incluso cuando nos pasan cosas así, podemos encontrar consuelo y paz, porque sabemos que nuestras vidas están bien debido a que Jesús tiene el control y nos promete estar con nosotros mientras Él hace que todo obre para bien”.
Keyla asintió y miró a su alrededor, en la habitación consumida por las llamas. “Aun cuando no podemos entender, como ahora”.– ANN MARTIN
CONFÍA EN JESÚS, INCLUSO EN LOS MALOS MOMENTOS
VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 8:28
Y SABEMOS QUE PARA LOS QUE AMAN A DIOS, TODAS LAS COSAS COOPERAN PARA BIEN.
¿Te enojas con Dios cuando te pasa algo malo a ti o a algún ser querido? Puede ser difícil recordar que Él tiene el control cuando parece que todo está fuera de control. Puede que no siempre entiendas cómo una situación difícil podría ser usada para el bien, pero Jesús lo hace y Él promete estar contigo y ayudarte cuando afrontes tiempos difíciles. Confía en Él en toda circunstancia.
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