Carla está lista para rendirse

Carla se hundió en la cama, exhausta y triste.

—No puedo hacerlo.

—Paciencia —le dijo su madre en voz baja—. Ya lo lograrás, con el tiempo.

Carla negó con la cabeza.

—No lo lograré —aseguró mirando fijamente la puerta de su habitación en el hospital—. No voy a poder caminar y nunca voy a poder salir de aquí. Me quedaré aquí para siempre.

—No te quedarás aquí para siempre.

Al día siguiente, Carla trabajó otra vez con un terapeuta. Esta vez, caminó aún menos que el día anterior, y estaba demasiado cansada para seguir. Las lágrimas llenaron sus ojos mientras la ayudaban a regresar a su cama.

—Mi amor… —mamá acercó su silla a la cama—. Solo tienes que ser paciente y seguir intentando.

Carla dijo que no con la cabeza.

—Ya oré, mamá. Oré para que Dios me ayudara esta vez.

—Lamento mucho que las cosas no hayan salido como querías —expresó su madre—. Oré para que estuvieras a salvo, pero ahora estás en la cama de un hospital. Oré para que te recuperaras rápidamente, pero todo avanza con lentitud —ella suspiró—. Creo que Dios está usando esta situación para trabajar en nosotras. En ti y en mí.

Carla frunció el ceño.

—¿Por qué?

—Quizá para enseñarnos a tener paciencia —opinó mamá—. Y para ayudarnos a recordar que Jesús está con nosotros y sigue trabajando, incluso cuando suceden cosas malas —ella estiró el brazo y acarició el cabello de su hija—. Recuerdo cuando eras una bebé y aprendiste a caminar… ¡mi bebé que estaba tratando de crecer! Te sentías muy frustrada cuando te caías. Y yo también me sentía frustrada. Quería que tuvieras un mejor equilibrio para no tener que preocuparme de que te cayeras y te hicieras daño. Te tomó muchos intentos, pero mejoraste, y yo aprendí a ser paciente. Con el tiempo, encontraste la forma de caminar. Creo que harás lo mismo esta vez.

—Quisiera solo orar y ser sana. Salir de aquí —declaró Carla.

—Lo sé —dijo su madre—. Pero la sanidad requiere tiempo. Creo que debemos seguir orando y confiando en que Jesús nos ayudará a ser pacientes. Él soportó la muerte en una cruz para darnos vida eterna, y nos ayudará a soportar cada prueba que tengamos que atravesar.

EMILY ACKER

SOPORTA LAS PRUEBAS CON PACIENCIA

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 27:14

ESPERA AL SEÑOR; ESFUÉRZATE Y ALIÉNTESE TU CORAZÓN. SÍ, ESPERA AL SEÑOR.

¿Has estado en una situación en la que sentiste que Dios estaba tratando de enseñarte paciencia? Puede ser difícil soportar las cosas difíciles que suceden en la vida, pero Jesús promete que nos ayudará. Él siempre está trabajando, incluso cuando las cosas no salen bien, y puede usar esas situaciones para hacer cosas buenas. Confía en que Jesús está contigo en las pruebas que enfrentas en la vida y sopórtalas con paciencia.

Clave de Hoy
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