Aventura en el ático

—Vamos, Malena —le llamó Valeria—. Mamá dijo que podíamos jugar en el ático. Vayamos a probarnos la ropa vieja que hay allá arriba en los baúles.

El ruido de los pies hizo eco por los pasillos mientras Valeria y Malena subían las gradas empinadas que llevaban al ático de la vieja casa. Pocos minutos después tenían todos los baúles abiertos y empezaron a probarse una variedad de ropas que su abuela y su madre habían guardado por muchos años. Se rieron la una de la otra mientras desfilaban de un lado a otro frente a un espejo de cuerpo entero.

—Vayamos a mostrarles a mamá y a papá nuestra última moda —sugirió Malena.

Valeria bajó primero las gradas, sosteniendo un viejo sombrero en su cabeza. Sus padres rieron cuando las niñas se pavonearon en la sala.

—Yo usaba eso cuando era adolescente —comentó mamá, apuntando a unas sandalias de plataformas que Malena tenía en sus pies—. Y creo que ese vestido le pertenecía a mi abuela. ¡Y, Valeria, ese sombrero antiguo queda muy bien con aquella cartera dorada!

—Esos estilos eran muy populares en su tiempo —opinó papá—. Todos los querían, así como todos quieren ciertos tipos de ropa hoy en día.

Mamá asintió.

—En eso de los estilos y las modas, la gente siempre quiere lo más reciente. Eso está bien, siempre y cuando tomemos buenas decisiones sobre la ropa que usamos, sin dejar que la ropa tome el lugar de cosas más importantes en nuestras vidas. Tenemos que recordar que nuestro valor no viene de cómo nos vemos o cómo los demás nos ven: viene de Dios, quien nos creó a Su imagen y envió a Su Hijo a morir por nosotros.

—Correcto —aseguró papá—. ¿Y saben una cosa? Las modas se extienden a otras cosas, no solo a la ropa. Los libros, películas, actividades e incluso ideas populares van y vienen, y no siempre son buenos. Debemos recordar que el mundo cambia sus opiniones todo el tiempo, pero Dios nunca cambia. Él siempre es el mismo, y la verdad que nos da en la Biblia jamás pasará de moda. Por eso debemos confiar en Él para que nos guíe y nos dé sabiduría, para que sepamos cómo vivir. A pesar de que el mundo está cambiando constantemente, Su amor y Sus promesas siempre serán iguales.

Las niñas estaban de acuerdo.

—Ven, Valeria —expresó Malena—. Veamos qué otras cosas podemos encontrar en el ático.

GERI WALCOTT

DIOS NUNCA CAMBIA

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 33:11 (NVI)

LOS PLANES DEL SEÑOR QUEDAN FIRMES PARA SIEMPRE; LOS DESIGNIOS DE SU CORAZÓN SON ETERNOS.

¿Te gusta estar al día con la última moda? ¿Qué dirías sobre las modas como las películas o juegos que son populares, o incluso lo que la gente cree sobre ciertas cosas? Como el mundo en el que vivimos siempre está cambiando, es importante que busques la sabiduría de Dios en todo lo que hagas. Lo que Él dice en Su Palabra, la Biblia, siempre será verdadero, y el amor que el Señor tiene para ti nunca cambiará. A pesar de que las ideas y opiniones de la gente cambian todo el tiempo, Dios siempre será el mismo.