Piloto en control
Estela juntó sus manos nerviosamente mientras el avión transitaba por la pista. Se había sentido muy emocionada cuando sus padres dijeron que ella y Braulio podrían volar solos para ir a visitar a su abuela. Pero ahora Estela estaba nerviosa. Miró a su hermano, que estaba emocionado al ver cómo el avión se movía a toda velocidad.
Después que estuvieron en el aire, Estela no pudo relajarse.
—¿No te parece que el motor suena raro? —preguntó—. ¿Es normal que estemos volando tan alto? ¿Qué pasa si hay otro avión en las nubes? —su hermano trató de asegurarle que todo estaba bien—. ¿Estás seguro? —preguntó—. Creo que deberían tratar de mantenerse lejos de las nubes.
—¿Por qué no vas a la cabina de mando y tomas los controles? —finalmente exclamó Braulio—. Parece que crees que sabes más sobre cómo volar este avión que el piloto —Estela puso mala cara—. El piloto sabe lo que está haciendo —aseguró su hermano—, ¡y eso me parece genial!
A mí también —dijo Estela, pero se alegró cuando finalmente llegaron a tierra firme.
—¿Tuvieron un buen viaje? —preguntó la abuela cuando fue a recogerlos al aeropuerto.
Braulio asintió.
—Yo sí, pero Estela estaba tan nerviosa que no podía ni quedarse quieta. Le dije que debería haberle quitado los controles al piloto —el niño sonrió—. Me alegra que no me haya hecho caso, ¡porque entonces yo hubiera sido el nervioso!
—¡Supongo que sí! —afirmó la abuela—. Temo que a todos nos falta confianza en nuestro Piloto, de vez en cuando.
Estela se veía sorprendida.
—¿También tienes miedo de volar, abuelita?
La abuela negó con la cabeza.
—No me refería al piloto de un avión. Hablaba de Jesús, el Piloto de mi vida. A veces tengo miedo cuando las cosas en mi vida son difíciles o parecen inciertas, pero entonces recuerdo que Jesús tiene el control y que Él promete que estará conmigo y usará mi vida para lo bueno, pase lo que pase. Tratar de hacer que mi vida funcione sin Él sería como si tú trataras de pilotear un avión —ella apretó cariñosamente el hombro de su nieta—. Creo que Braulio disfrutó el viaje mucho más que tú, Estela, a pesar de que estabas tan segura como él. Cuando confiamos en que Jesús sea el Piloto, porque sabemos que Él nos ha salvado y promete hacer que todo obre para nuestro bien, los viajes de nuestra vida son mucho mejores también.
HAZEL W. MARETT
CONFÍA EN JESÚS CON TU VIDA
VERSÍCULO CLAVE: ISAÍAS 26:3 (NTV)
¡TÚ GUARDARÁS EN PERFECTA PAZ A TODOS LOS QUE CONFÍAN EN TI, A TODOS LOS QUE CONCENTRAN EN TI SUS PENSAMIENTOS!
¿Estás disfrutando tu viaje por la vida? ¿O constantemente te preocupas por las cosas de las que no tienes ningún control? Recuerda que Jesús te ama y murió para salvarte, para que puedas vivir con Él para siempre. Luego confía en que el Señor te llevará a salvo por todas las nubes negras de la vida, incluso cuando no puedes ver cómo las cosas podrían salir bien. Dios sabe lo que está haciendo y promete que estará contigo. Confía en Él y disfruta la paz que Él te da.
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