No te preocupes
Ramona se sentó en la mesa de la cocina, con la mirada perdida, frente a su tarea de matemáticas. “Has leído el mismo problema por 10 minutos”, comentó su mamá. “¿Pasa algo?”
“Estoy preocupada por el partido del viernes”, contestó Ramona. “¿Y si perdemos?”
Mamá dejó de picar los vegetales y puso a un lado el cuchillo. “Sígueme”, le dijo, y llevó a Ramona a su habitación, donde señaló una caja que estaba en la cómoda de la niña, donde el Señor Bigotes, el hámster mascota de Ramona, corría en su pequeña rueda.
“El Señor Bigotes es tan lindo”, opinó Ramona, “pero no entiendo qué tiene que ver con mi partido de baloncesto del viernes”.
“El Señor Bigotes pasa mucho tiempo corriendo en su rueda, ¿no es así?”, señaló la madre. “¿Cuánto tiempo crees que pase corriendo en su rueda cada día?”
“Él corre ahí todo el tiempo”, respondió Ramona. “Probablemente pase cuatro o cinco horas al día en la rueda”.
La madre asintió. “Y usa mucha de su energía para correr en esa rueda, además”.
“¡Sí, claro que sí!” Ramona miró a su mamá. “Pero sigo confundida”.
“Con todo el tiempo y la energía que el Señor Bigotes dedica a correr, ¿cuán lejos ha llegado?”, preguntó la madre.
Ramona rio. “Mamá, esa es una pregunta absurda. ¡Él no ha llegado a ningún lado! Sigue ahí, en su jaula”.
“Bueno, corazón, lo mismo pasa con la preocupación”, afirmó su mamá. “Puedes pasar mucho tiempo y gastar mucha energía preocupándote por aluna cosa, pero seguirás en el mismo lugar en que estabas al inicio. Esa es la razón porque la Biblia nos dice que no nos preocupemos. En lugar de eso, debemos echar nuestra ansiedad sobre Jesús”.
“¿Cómo lo hago?”, preguntó Ramona.
“Ora por cualquier cosa que te preocupe y pídele al Señor que te dé paz. Luego confía en que Él tiene control de la situación y hará lo que es mejor… incluso si no es lo que estabas esperando. Simplemente da tu mejor esfuerzo en el partido del viernes y déjale los resultados a Dios”.
La rueda en la jaula del hámster se quedó el silencio mientras el Señor Bigotes bajaba la velocidad y luego saltaba para bajarse. Ramona lo tomó y lo sostuvo en sus manos. “Está bien, mamá. Así lo haré”.– CASEY COMSTOCK
ENTRÉGALE TUS PREOCUPACIONES A JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: SALMO 55:22
ECHA SOBRE EL SEÑOR TU CARGA, Y ÉL TE SUSTENTARÁ.
¿Te preocupas por las cosas que se salen de tu control? Es fácil quedar atrapados en un ciclo de preocupación que no te lleva a ningún lado. Esa es la razón por la que Jesús desea que le entregues tu ansiedad a Él. Ora por lo que te preocupa y busca al Señor para que te dé paz y fuerzas. Luego confía en que Él hará lo que es mejor en cualquier situación.
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