Cosechar arándanos

—¡Qué delicia! —chilló Sofía mientras lanzaba otro arándano en su boca.

Ámbar rio.

—Sofía se está divirtiendo tanto.

—Cuando eras pequeñita, como tu hermana, solías hacer lo mismo —comentó Mimi—. Hay algo especial en cosechar arándanos por primera vez.

—Y recogerlas de los arbustos de arándanos… bueno, eso hace que sean mucho más deliciosos.

Ámbar siguió cosechando arándanos con su hermana y su abuela hasta que sus canastas estuvieron llenas.

—A ver —dijo Mimi—, ¡vayamos adentro para hacer unos panqueques de arándanos!

Una vez que entraron en la casa, todos se lavaron las manos y Mimi sacó todos los ingredientes para hacer los panqueques.

—¡Yo ayudo! ¡Yo ayudo! —dijo Sofía mientras se arrodillaba en una silla, junto al mesón de la cocina.

Mimi sonrió y dijo:

—Puedes ayudar a mezclar la masa. Ámbar, ¿podrías empezar a agregar algunos de los ingredientes?

Ámbar mezcló la arena, el azúcar, el polvo para hornear y la sal, mientras Mimi leía la receta. Entonces Mimi añadió el huevo y la leche.

—Muy bien, Sofía, puedes comenzar a mezclar.

Sofía empezó a mezclar lentamente todos los ingredientes. La pequeña puso un cuidado extra para no salpicar nada del tazón. Una vez que se mezclaron bien los ingredientes secos, Ámbar echó los arándanos y Mimi calentó la sartén.

—Estos panqueques están deliciosos, Mimi —opinó Ámbar mientras comía uno, algunos minutos después.

—Los arándanos están muy dulces este año y eso hace que los panqueques estén más que deliciosos —indicó Mimi—. ¿Saben? Eso me recuerda a un versículo en la Biblia. El Salmo 34: 8 dice: «Prueben y vean que el Señor es bueno. ¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Él se refugia!».

—¿Qué significa ese versículo, Mimi? —preguntó Ámbar.

—Bueno, recordemos lo emocionada que se puso Sofía cuando probó los arándanos por primera vez. Conocer a Dios puede ser así para nosotros. Mientras más conocemos a Jesús a través de la verdad de Su Palabra, la Biblia, más descubrimos Su bondad y amor por nosotros y sabremos que siempre podemos confiar en Él.

—¡Más panqueques! ¡Más panqueques! —exclamó Sofía.

Mimi rio.

—¡Me parece que una persona ya probó la bondad de los arándanos!

LISA FULLER

CONOCE A JESÚS

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 119:103

¡CUÁN DULCES SON A MI PALADAR TUS PALABRAS! SÍ, MÁS QUE LA MIEL A MI BOCA.

¿Has experimentado personalmente la bondad de Dios y Su amor en tu vida? Primero debes poner tu confianza en Jesús como tu Salvador. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti). Luego excava los tesoros de la Palabra de Dios y deja que Sus palabras echen raíz en tu corazón. Al hacerlo descubrirás cuán bueno es Dios y cuánto te ama. ¡Él quiere que pruebes la dulzura de conocerlo!