Nada nos puede separar
¡SPLASH! El hermano de Jimena llenó la zanja entre los dos castillos de arena con un balde lleno de agua.
—¡No! —los ojos de Jimena se llenaron de lágrimas—. ¡Ahora no podrán visitarse! —ella se puso de pie de un brinco—. ¡Llévate el agua, Sergio!
Su hermano negó con la cabeza.
—Tiene que haber agua en el foso.
—¡No! —Jimena miró entre los dos castillos—. ¡No!
—¿Qué está pasando? —Teresa, su niñera, se acercó a ellos—. Tranquila, Jimena.
—¡Mi hermano echó agua entre los castillos! —lloriqueó la niña—. ¡Ahora no pueden visitarse!
Teresa sonrió.
—Oh, ¿y están enamorados?
—¡No! —Jimena dio un pisotón—. Sergio tiene la casa del rey y construyó un castillo para él. Y yo construí la casa de la princesa. Ella es su hija. Su papi necesita poder visitarla.
—Oh —Teresa se rascó la cabeza—. Vaya…
—Tiene que haber agua en el foso —dijo Sergio rápidamente.
—Bueno… —Teresa se agachó—. Si el papi ama a su hijita, encontrará la manera de llegar a ella —ella tomó una concha y la puso junto al castillo de Sergio—. Este es un bote que el rey puede usar para visitar a su hija.
—¿Y si el bote no funciona? —preguntó Jimena, frotándose los ojos.
Teresa tomó un pedazo de madera y la puso entre los dos castillos.
—Y este es un puente.
Jimena tragó. Tal vez eso podría funcionar.
—Si el papi ama a su princesa, encontrará la manera de llegar a ella —aseguró Teresa—. Así como Dios siempre encuentra la manera de estar con nosotros. Nada puede separarnos de Él. Jesús se hizo humano y murió para salvarnos, y siempre estará con nosotros.
—¿Y qué pasa cuando hacemos cosas malas? —preguntó Sergio después de levantar la vista de su castillo.
Teresa negó con la cabeza.
—Cuando confiamos en Jesús, nuestros pecados son perdonados.
—¿Y si hay una tormenta? —preguntó Jimena.
Teresa sonrió y meneó la cabeza.
—¿Estás preguntando sobre Dios o sobre las personas que viven en tus castillos? —preguntó—. Dios no dejará que nada te separe de Él. Ese rey en el castillo de Sergio encontrará la manera de llegar a la princesa, aun en medio de una tormenta.
Jimena miró fijamente a su niñera por largo rato y después sonrió también. Le gustaba esa idea.
EMILY ACKER
NADA PUEDE SEPARARTE DE DIOS
VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 8:39 (NTV)
NADA EN TODA LA CREACIÓN PODRÁ JAMÁS SEPARARNOS DEL AMOR DE DIOS, QUE ESTÁ REVELADO EN CRISTO JESÚS NUESTRO SEÑOR.
¿Sabías que, si confías en Jesús, Él está contigo sin importar lo que afrontes? Jesús no te dejará porque hagas algo malo o porque tu vida sea un desastre. Él vino a la tierra, murió por nuestros pecados y después resucitó para poder estar con nosotros para siempre. Nada puede separar a Dios de Sus hijos. Aun cuando afrontes tormentas en la vida, Él estará contigo.
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