Tecnología pura

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La bolsa de Beatriz rebotaba en su espalda mientras corría a toda velocidad por el patio.  Su hermana, Abril, estaba parada en la vereda, afuera de la escuela.  “¡No puedo creer que estés aquí!”  Beatriz abrazó a su hermana mayor.  “¿Cuánto tiempo estarás en casa antes de volver a la universidad?”

“Dos semanas”.  Abril sonrió y movió su largo cabello castaño por encima de su hombro.

Los niños empezaron a salir por montones de la escuela y pasaban zumbando.  Una de las amigas de Beatriz se despidió con la mano cuando pasó corriendo por ahí.  “Nos vemos el lunes, Beatriz”.

“Adiós”, gritó Beatriz en respuesta.  Su celular vibró en su pierna y la niña lo sacó.

“TIENES QUE escribirme después de ver esto”.  Era un mensaje de texto de su amiga, Melinda.  Beatriz tocó la pantalla y una música resonó desde su teléfono.

“¿Qué estás viendo?”, preguntó Abril, dando un vistazo a la pantalla por encima del hombro de Beatriz.

Era una fotografía poco halagadora de la cabeza del director, pegada al cuerpo de un simio, que bailaba por unos segundos, y luego la pantalla se ponía negra.

Abril frunció el ceño mientras Beatriz deslizaba el teléfono en su bolsillo.  “Espero que no te la pases viendo videos de ese tipo”.

Beatriz se encogió de hombros.  “Le he pedido a Melinda que deje de enviármelos, pero no me hace caso”.

“Bueno, no es tu cupla si ella trata de hacer que veas cosas que no deberías.  Pero sí tienes una decisión.  Puedes elegir no ver las cosas que tu amiga te envía”.

Beatriz asintió.  Su hermana tenía razón.  Los videos que Melinda le enviaba ni siquiera le causaban gracia.  Le hacían sentir terrible.

Abril puso su mano en el hombro de Beatriz.  “¿Te has fijado cómo mamá siempre habla de cómo debemos mostrar a otros el amor de Jesús y tratar a las personas como Él lo haría?  Bueno, eso incluye el mundo del internet y también nuestros teléfonos”.

“Supongo que tiene sentido”, admitió Beatriz.

“¿Qué tal si sacas tu teléfono para tomarnos unas fotos?”  Abril puso su sonrisa más cursi y le puso orejas de conejo a la cabeza de Beatriz, el momento en que su hermana tomaba la fotografía.  “Y luego puedes mostrarme las fotos más recientes de tus amigos”.

Beatriz hizo un gesto afirmativo, sostuvo en algo su teléfono para tomar otra fotografía y sonrió. – ANNIKA KLANDERUD

USA LA TECNOLOGÍA PARA HACER LO BUENO

VERSÍCULO CLAVE: PROVERBIOS 4:23

POR SOBRE TODAS LAS COSAS CUIDA TU CORAZÓN, PORQUE DE ÉL MANA LA VIDA.

¿Alguna vez has visto algo por Internet que sabías que no debías ver?  A veces parecería que las cosas que hacemos en Internet son de mentira y que no tienen importancia, pero pueden dañarte a ti y a los demás.  Muestra el amor de Dios a otros al tratarles con respeto, tanto por Internet como en persona, y utiliza la tecnología para afirmar tus relaciones con los demás, en lugar de hacerles daño.